1. Maquillaje.
Si bien es cierto que me gustan mucho los anaranjados y cobre para los ojos, dado que la fuerza de esta propuesta radica en el intenso tono del vestido que luego veremos, preferí relegar el naranja al rubor y tirar de marrones para el look de ojos. No obstante, sí dí un toquecito sino exactamente de naranja, de un tono ocre metalizado para jugar con esta idea.
A ras de pestañas inferiores tenéis de nuevo la 100 strokes, jugando con el negro de la waterline. Y el resto, como veis, es simplemente un delineado y un buen toque de máscara ;)
Como os decía anteriormente, sí apliqué un naranja intenso en las mejillas, es -no podía ser otro - el precioso Taj Mahal de NARS. Los labios llevan un toque del jumbo de MUA color naranja, pero ya saben lo que pasa con mi pigmentación de partida, que es tan alta que muta algunos labiales y en este caso se ve casi rosado más que otra cosa.
Os dejo algunos de los potis utilizados:
2. El vestido y los complementos.
Este vestido lo compré hace añísimos (nueve, exactamente), estando embarazada de mi hija Marina. Me gustó mucho por el corte y, aunque no es premamá, al ser de punto me permitía meter el "barrigón" adentro. Es de Zara y curiosamente, no se deformó, así que lo sigo utilizando porque es comodísimo y me encantan el color y su sencillo corte.
Como ven, suelo combinarlo con complementos en naranja y marrón también, el bolso es el que os enseñé en el post de "la boda" y los zapatos también os los enseñaba en un haul de regalos de cumpleaños. ¿Soléis combinar el naranja con marrón chocolate?
¿Os gusta el resultado?
BESOS!!