El dutch baby es, tradicionalmente, una preparación dulce. Quizás no la tengamos tan presente por estas latitudes, a no ser que sean asiduos usuarios de pinterest.
Es un panqueque-soufflé, que entra chato en el horno, y sale muy inflado, pero tendiente a desinflarse en cuestión de segundos, y esa es la idea.
La cosa es, que ésta asidua usuaria de pinterest y consumidora de blogs, nunca había hecho un dutch baby.
Hasta que el #rainydaybitescookbookclub puso uno en mi camino.
Pero este dutch baby de Melissa Clark, del libro Dinner, no es uno cualquiera. Es salado!
Termina siendo una suerte de soufflé/tortilla, con mucho sabor a las hierbas que usen, y más o menos sabroso, dependiendo de la calidad de parmesano que rallen.
Es suave y cuasi flanudo en la base, que consta de huevos batidos, y salado y crocante en la parte "inflada", gracias al queso y al dorado que se le hace.
La verdad que un hallazgo: una receta super fácil y original, para sorprender en un almuerzo ligero.
Consejo de principiante: no se queden mirando fijo el horno, porque la decepción va a ser muy grande! Nunca se infla! Hasta que dejas de mirar...
Hay una receta!