En general, son breves las snopsis online sobre este film. La misma base de datos cinematográfica por antonomasia apenas sostiene que se trata de un “thriller supernatural centrado en tres personajes -un obrero norteamericano (protagonizado por Matt Damon), una periodista francesa (Cécile De France) y un chico inglés (¿Marcus o George? McLaren)- a quienes la muerte toca de manera distinta”.
Claro que, cuando buscamos mejor, encontramos síntesis más generosas como ésta o la página completa que Wikipedia le dedica al film. Entonces nos enteramos de que 1) el obrero yankee puede hablar con los muertos pero rara vez utiliza el don; 2) la cronista gala lidia con el recuerdo de un destino que -en pleno tsunami de 2004- dudó entre dejarla sobrevivir o perecer; 3) el joven británico sufre la pérdida de su hermano muerto en un accidente vial.
Curiosamente, la resumen linkeado en el párrafo anterior también sostiene que Lindsay Lohan encarna a un cuarto personaje dramático: una mujer drogadicta y presa de la depresión provocada por “la pérdida de su hijo de 10 años, quien falleció luego de un accidente de tránsito”.
Conviene tomar con pinzas esta información suplementaria, dada la aparente confusión de datos (o el detalle implícito de que la señora en cuestión también sea la progenitora del tercer protagonista).
Además de presentar su propia sinopsis, Wikipedia transcribe la explicación de Eastwood publicada por MTV.com: “es una historia compuesta por tres relatos de gente cuyas vidas pasaron por experiencias traumáticas (…) y sobre cómo estos tres relatos convergen entre sí. El final consiste en una gran secuencia donde culminan los tres cuentos”. Al parecer, Clint habría comparado la estructura de su largometraje con la de los films franceses “donde las historias convergen, y el destino provoca el cruce entre personajes”.
Desde mi cielo o The lovely bones es uno de los antecedentes más cercanos en el tiempo, entre la lista de producciones especializadas en cuestiones del más allá. En Buenos Aires, la película de Peter Jackson se estrenó en febrero pasado y, como en otras tantas capitales del mundo, resultó un fracaso de taquilla y un fiasco para la crítica en general.
Seguro muchos argentinos olvidarán este dato cuando Hereafter se proyecte en las salas de nuestra cartelera vernácula. Y entre quienes lo tengan presente, la mayoría descartará cualquier pronóstico/diagnóstico que ose comparar al delirante e inestable Jackson con el Eastwood serio, seguro, revelador.
La autora de este post recuerda los reparos que -por orden cronológico y de manera creciente- le provocaron Río místico, Gran Torino e Invictus. Tal vez por eso le cuesta ilusionarse con la mirada de Clint sobre el más allá.