Aunque siguen con su reivindicación, que cada uno es libre de compartir o no, Eat Street ha encontrado un sitio donde cada mes celebrará su festival de foodtrucks, stands, barras de bebidas y DJ’s, entre otras actividades planeadas para todo el año.
Hace ya casi dos años que se celebró el primero y le han seguido varios. Hay que reconocerles el mérito de iniciar todo un movimiento en Barcelona alrededor de la comida callejera que ha pagado algo de las consecuencias de lo que llamamos “morir de éxito”, desvirtuándose en muchos casos la filosofía original de comida de calidad consumida en la calle y no simplemente recuperar una caravana, pintarla con colores chillones y añadir una freidora o una plancha para ofrecer un par cosas que no dejan de ser mediocres. De todo hay en la viña del señor, como dicen, ni todos las caravanas son desastrosas ni magníficas. Soy muy partidaria de pensar que el tiempo pone a cada uno en su lugar. El problema es que el tiempo a es desporporcionado y regala oportunidades a quien no se lo merece o se las quita a quién ha luchado por algo.
A lo que vamos, Eat Street inicia el año con un lugar fijo: Nau Bostik, una fábrica abandonada, desangelada pero grande y con un patio. Muy urbana y decadente dándole un toque “marginal” que seguramente será parte de su éxito. Allí se celebrará cada mes el evento. Y ya que tienen la seguridad de que así será, se pueden permitir organizar actividades con antelación y bien planificadas.
Su idea es que cada edición los chefs presenten un nuevo plato o dos máximo en cada edición. Mejor concentrarse en algo y que sea novedoso. También habrá otro tipo de actividades relacionadas con la gastronomía más allá de comer como proyecciones, presentaciones de productos, vinos, cervezas artesanas, mercados…etc.
El domingo 24 se celebró el primero exclusivo para prensa, pero ya podéis reservar en la agenda el siguiente Eat Street: el 20 de Febrero.