Desde Maella, bajo Aragón, Ebrolife nace como un nuevo concepto de inmobiliaria donde que no sólo se tiene en cuenta el beneficio económico obtenido por la compra-venta de fincas, sino que también se apuesta por la sostenibilidad del territorio y la reactivación de fincas olvidadas.
Tal y como indica Isaura Viver, fundadora del proyecto, en Ebrolife son muy conscientes que ofreciendo sus servicios dinamizan su tierra y aportan riqueza a un territorio al que quieren y respetan. "Estamos totalmente comprometidos con nuestra tierra, conocemos todo tipo de cultivos y la idiosincrasia de la zona, por lo que sabemos lo que ofrecemos y sólo vendemos fincas que respetan el entorno a un precio adecuado a su valor", asegura Viver.
Esta joven emprendedora, estudiante de Gestión y Administración Pública, hija de Maella y afincada en Barcelona, decidió que su amor por su tierra natal podía ser rentable, ayudando a los locales a vender sus fincas menos rentables para el cultivo actual pero llenas de tesoros naturales locales, como el olivo, los almendros y la viña, a foraneos principalmente (aunque también a vecinos) que buscan alejarse de las grandes urbes.
Precisamente la tendencia de abandonar las grandes urbes, cada vez más común en el Reino Unido y Alemania, es la que trae a parajes como Maella, Calaceite o Fayón a extranjeros con ganas de vivir una vida sencilla y lejos del estrés de las grandes ciudades. Un interés que, según los datos que manejan en Ebrolife, crecerá en los próximos años dotando a estas villas de un crecimiento sostenible tanto para el municipio como para el territorio que los envuelve.
La auténtica razón de ser de Ebrolife, cuenta Viver, es evitar la desolación de los mases y fincas abandonados por todo el territorio: "Desde hace mucho tiempo veíamos el paulatino abandono de nuestra tierra, una tierra con un paisaje excepcional y con muchas posibilidades. Todos los componentes de las zonas que trabajamos son idóneos. Desde hace unos años los agricultores se van a las zonas de regadío y el secano se queda abandonado, con el conseguiente incremento de fincas rústicas desoladas, a pesar de contar con el sistema agrícola natural: el autoconsumo, generando un abandono del medio, desaparición de los mases, etc."
Para garantizar la integración en la zona, en Ebrolife el comprador no sólo adquirirá una finca, sino que contará con el asesoramiento personalizado para la construcción o rehabilitación de casas o masias, así como para el cuidado de todo tipo de cultivos y servicios agrarios, contando con la gran experiencia de Carlos Viver, agricultor con amplísimos conocimientos del territorio y de la historia local.
Además, lejos de lo que puede parecer, las fincas rústicas de Ebrolife no son para un público en particular, según asegura Viver el "gran catálogo de fincas permite nuestra adaptación a cualquier presupuesto", así pues cualquier persona concienciada con el medio ambiente que disfrute de las constumbres y tradiciones, podrá adquirir finca y trasladarse a un entorno rodeado de paz, tranquilidad y sobre todo la naturaleza.
Para reforzar su compromiso con el territorio, Ebrolife destinará un 1% de sus beneficios a ONGs que trabajen en pro del mismo y de su fauna y flora.