El otro día encontré en una de esas tiendas que venden libros usados una revista Astronomy de 1994. Creo que tenía ahí mucho tiempo porque el encargado me la dejó en 5 pesos. La estaba hojeando y encontré un artículo sobre la película Barrabás de 1961, dirigida por Richard Fleischer y protagonizada por Antony Queen. ¿Y esto qué tiene que ver con la astronomía?
Pues que el productor, nada menos que el legendario Dino de Laurentiis, había insistido en grabar las escenas de la crucifixión durante un eclipse de Sol real. Nada de efectos especiales, nada de repetir las escenas una y otra vez. La producción se movería al pueblo de Roccastrada en Italia, montaría la escena y esperaría a que los astros hicieran lo suyo.
¿Pero qué tal si se nublaba?, ¿o si las cámaras fallaban? la responsabilidad caería en el director de fotografía Aldo Tonti, quien nunca había filmado un eclipse en su vida. No tenía ni la más remota idea de qué tipo de película debía usar, cuál debía ser la apertura o el tiempo de exposición. Claro, ahora con las cámaras digitales uno toma 200 fotos, las ve en ese momento y si no nos gustan tomamos otras 300. Pero aquellos eran otros tiempos. Las películas eran enormes rollos y variaban en sensibilidad. No se podía ver el resultado hasta revelarlas en un cuarto oscuro algunos días después, cuando el eclipse ya fuera historia.
Tonti se enfrentaba a un gran reto, y nada podía salir mal. Colocó una cámara con un lente telescópico para filmar el eclipse en sí, otra cámara haría un acercamiento a la cruz con la figura de Jesus, y una tercer cámara filmaría el panorama completo del eclipse con las tres cruces. Al final, no solo logró la mejor toma de su vida, sino que también una de las escenas más autenticas de la historia del cine.
El eclipse que aparece en la película sucedió el 15 de febrero de 1961 y fue visible en el sur de Europa y gran parte de la Unión Sovietica. La fase total duró tan solo 2 minutos con 45 segundos.
Todo esto nos lleva a preguntarnos:
¿Hubo un eclipse el día en que murió Jesus?
Detalle del altar de Verduner en el monasterio de Klosterneuburg, Austria (del año 1181). En la parte superior se pueden ver el Sol y la Luna.
Lucas y Marcos nos dicen que la oscuridad cubrió la Tierra durante tres horas, pero los eclipses de Sol apenas duran un par de minutos. Mateo, además de las tinieblas, agrega que “la tierra tembló, y las piedras se hendieron”, algo más parecido a un terremoto que a un eclipse. En el evangelio de Juan no hay ninguna referencia a la oscuridad que describen los otros.
Sin embargo, la Biblia nos puede dar mucha información sobre la fecha, y con esto averiguar la posición de los astros. Fue un viernes víspera de la Pascua cuando Jesus fue entregado a Poncio Pilatos. La tradición dictaba que por los festejos se debía liberar a un condenado, en este caso Barrabás. También dice que no se debían dejar los cuerpos en la cruz, así que fueron retirados al atardecer.
En el calendario hebreo, los días empiezan al ponerse el Sol, y los meses al entrar la Luna nueva. Desde hace miles de años los judíos han celebrado la Pascua, o Pesaj, el día 15 del mes de Nisán. Por definición, ese día (o más bien esa noche) hubo Luna llena, y un eclipse de Sol era imposible.
Por otro lado, un eclipse de Luna no está del todo descartado. De acuerdo a las predicciones de Fred Espenak y Jean Meeus (NASA GSFC), hubo un eclipse parcial de Luna el 3 de abril del año 33. Este día en particular fue viernes, y además 14 Nisán en el calendario hebreo, por lo que se cree podría ser la fecha exacta de la crucifixión.
Pero realmente un eclipse de Luna no explica que haya habido oscuridad a la mitad del día como aparece en las escrituras. Existen otros fenómenos que pueden hacer que “el día se convierta en noche” como las erupciones volcánicas o las tormentas de arena. Como no hay volcanes cerca de Jerusalén, la tormenta de arena parece muy posible.
Ya sea que los evangelistas usaran figuras literarias para expresar su mensaje, usando la oscuridad como símbolo de luto, o que hayan sido testigos de un milagro, eso se lo dejo al criterio de cada quien.
Referencias:
A parte de la Biblia, hay un artículo muy interesante escrito por el premio Nobel de Física Bradley E. Schaefer sobre la visibilidad de la Luna y la fecha probable de la crucifixión (revista Sky and Telescope, Abril 1989). Y si tienen acceso a la revista Nature, lean “Dating the Crucifixion” de Humphreys, Colin J. & Waddington, W. G. (Volumen 306, Issue 5945, pp. 743-746, año 1983).
El artículo sobre la película de Barrabás se llama “Totality, Cinema, and Crucifixion” de Joel K. Harris (revista Astronomy, Noviembre 1994).