“Eco-turismo” en Alcalá del Júcar

Por Labodeguilla Felipe Carrión Gómez @bodeguillarural

La arquitectura ecológica y el turismo sostenible.

Eco-turismo en Alcalá del Júcar

A lo largo del siglo XX, los arquitectos no han dejado de reaccionar a las consecuencias de la revolución industrial, introduciendo en el campo de sus investigaciones y realizaciones nuevos temas y procesos de construcción. Los objetivos de estas nuevas investigaciones eran claros e imperativos: mejorar el equilibrio entre el hombre y su entorno urbano, la protección y la puesta en valor de los espacios naturales.

La filosofía del desarrollo sostenible aplicado a la arquitectura se basa en la concepción y construcción de edificios respetuosos con el medio ambiente y, por extensión, una vez que el edificio está terminado, en mejorar la salud y el bien estar de sus habitantes, así como la calidad de vida de las comunidades vecinas. La arquitectura ecológica de esta forma en utilizar técnicas propias, en minimizar el impacto sobre el medio ambiente, en reducir el consumo de energía, en mejorar la gestión de los edificios y a la vez, la de sus usuarios.

De esta forma, la arquitectura ecológica se basa en crear alternativas para:

  1. Adaptar la arquitectura urbana al crecimiento demográfico y la era post-industrial
  2. Gestionar mejor la extensión incontrolable de las ciudades y su periferia, que se construyeron en perjuicio de los espacios naturales;
  3. Favorecer las economías energéticas que se han convertido en una urgente necesidad tras la crisis petrolífera y los déficit de agua.
  4. Participar a la lucha contra la contaminación de todo tipo;
  5. Restaurar y rehabilitar zonas industriales abandonadas o sitios naturales dañados;
  6. Contribuir al desarrollo sostenible, privilegiando los materiales, los métodos de producción y el saber de los arquitectos tradicionales y locales;
  7. Respetar las normas medioambientales en vigor, incluso contribuyendo que se creen más normas al respecto;
  8. Crear espacios de vida en armonía, estéticos y confortables que puedan reconciliar al hombre con su hábitat natural.

Perspectivas y tendencias

Los clientes potenciales del turismo rural buscan la autenticidad, una separación con la ciudad pero sin dejar de lado su confort habitual. Los propietarios de casas rurales lo han entendido bien y están cada vez más organizados, acostumbrados a las nuevas tecnologías y a la redes sociales, preparados a responder a las nuevas exigencias de los turistas. Talleres, clases de iniciación, granjas pedagógicas, actividades deportivas o culturales y catas de vino de la región son algunas de las opciones que se suelen proponer además de albergue en una casa rural tradicional.

Involucrar a los turistas en la vida y cultura tradicional de la región en la que se están hospedando también permite responder a un interés creciente de éstos; el de un turismo sostenible, en el que el viajero va en busca de experiencias y el descubrimiento de sabores locales. En este sentido, el enoturismo es una tendencia al alza; combinando las antiguas casas rurales convertidas en bodegas, o viceversa.

Con más de 50 años de existencia, el turismo verde tiene más que nunca la necesidad de adaptarse a los nuevos deseos y las nuevas exigencias de los viajeros ya que además, la competencia es cada día más importante. Se trata de proseguir con la evolución de las nuevas tendencias y transformar un antiguo terreno frondoso en un parque o un huerto, ofreciendo a los turistas más que una casa y un cobertizo, haciendo que formen parte de la experiencia y del entorno natural.

En todo caso, el futuro del turismo rural se inscribe en una visión de un turismo más sostenible, poniendo especial énfasis en la conservación de su medio natural de origen al igual que su patrimonio cultural. Es la mezcla entre una experiencia fuera de lo común con las tendencias más modernas de los últimos tiempo que ha sido y seguirá siendo la clave del éxito del turismo rural.

El ecoturismo se sitúa hoy en día entre “le fenómeno de moda y el fenómeno de angustia”. El sector está entrando cada vez más en la lógica del desarrollo sostenido, pero es evidente que existe una contradicción entre el objetivo ecológico y el turismo en sí. Recorrer millones de kilómetros en avión para ir a pasar, para nuestro mayor placer, una semana en China es, en sí, totalmente anti-ecológico. Al fin y al cabo, la mejor forma de practicar el eco-turismo es una vez más… ¡quedarse en casa! Hay que fomentar mucho más la recogida sostenible de basuras, en el reciclaje y el ahorro energético; sin embargo es un tema que cada vez preocupa más a los ciudadanos. Además, en un futuro, se convertirá en una norma y su práctica será muy corriente, lo que conllevará a que los hoteles y edificios que no lo hagan se queden atrás en las nuevas tendencias.

En este sentido, cada vez más arquitectos se lanzan en la creación de edificios y remodelación de casas sostenibles, que puedan combinar sin problema con el medio ambiente. Muchos optan por renovar terrenos abandonados y montar casas en que sean tanto espectaculares a nivel arquitectónico, como espectaculares por la “inteligencia” con la que se han construido, mimado cada detalle para que sea respetuoso con el medio ambiente y que permita ahorros de energía muy grandes.

También están los arquitectos que optan por renovar antiguos edificios que solían tener otros usos (antiguas bodegas, establos, prisiones, estaciones de tren…) para crear desde pequeñas casas singulares como edificios que se puedan restaurar para nuevos usos. Es interesante ver cómo muchos de los arquitectos han decidido conservar algunas de las características que eran interesante de cada casa para mejorarlas y hacer de éstas un espacio más habitable para los turistas del siglo XXI. Tenemos el ejemplo de las casa construidas en antiguas cuevas, que conservan un frescos singular y que no necesitan de ningún tipo de aire acondicionado en verano, y no se necesita grandes sistemas de calefacción en verano, ya que conservan perfectamente el calor. Además, sus numerosas ventanas y “ojos de buey” que suelen tener este tipo de casas hacen que el aire pueda entrar fácilmente en la vivienda, permitiendo una buena aireación y creando un ambiente muy fresco tanto en verano como en invierno. En las fotos podéis ver el ejemplo de la casa rural La Bodeguilla, una antigua bodega de vino convertida en casa rural.

Casa rural la bodeguilla de Alcalá del Júcarl

Casa cueva la bodeguilla

Para todos los amantes de este mundillo, existen numerosos concursos de arquitectura en los que puedes conseguir financiación y apoyo dependiendo del proyecto que tengamos en mente. Además, estos proyectos de construcción o remodelación de edificios y casas sostenibles están cada vez más a la orden del día, y los concursos que fomentan éstas construcciones son cada vez más comunes.

Hemos encontrado uno de ellos que ya va por la cuarta edición y va dirigida a todo tipo de profesionales del sector; tanto para arquitectos como diseñadores o así como estudiantes de arquitectura de cualquier parte del mundo que deseen lanzarse en la aventura del turismo sostenible y la creación de edificios en espacios naturales.

Podéis consultar toda la información del proyecto sobre implantación de arquitectura en un entorno sostenible en OpenGap.

La bodeguilla