Un equipo de astrónomos liderado por Nicolas Peretto, del CEA/AIM Paris-Saclay (Francia) y de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) apostó por este instrumento para realizar una ecografía prenatal en el rango de las microondas, y el resultado ha sido la imagen más clara de la formación de una estrella masiva, en este caso, situada a unos 11.000 años luz en una nube conocida como SDC 335.579-0.292, dentro de los límites de la constelación de la Norma.
Previamente, observaciones del telescopio espacial Spitzer de la NASA y del observatorio espacial Herschel de la ESA, SDC 335.579-0.292 se mostró como una nube oscura cruzada por densos filamentos de gas y polvo. A raíz de esto, se concluyeron dos teorías para la formación de estrellas masivas:- La nube se fragmenta y crea núcleos que colapsan por sí mismos para formar estrellas.
- La nube colapsa sobre sí misma formando una o varias estrellas masivas.
Ahora, con ALMA, han visto en detalle la cantidad de polvo y el movimiento del gas, desplazándose hasta el interior de la nube, descubriendo así la formación de un verdadero gigante estelar.
“Las extraordinarias observaciones de ALMA nos permitieron obtener la primera visión realmente profunda de lo que estaba ocurriendo en el interior de esa nube”, declara Peretto. De hecho, han conseguido observar el núcleo protoestelar más grande de todos los que se han localizado hasta ahora en la Vía Láctea.
Ana Duarte Cabral, del Laboratorio de Astrofísica de Bordeaux (Francia) y miembro del equipo, insiste en que "las observaciones de ALMA revelan los espectaculares detalles de los movimientos de la red de filamentos de polvo y gas, y muestran que una enorme cantidad de gas está fluyendo hacia una compacta zona central”.
Para hacernos una idea del tamaño, el embrión estelar tiene unas 500 veces la masa del Sol, además de más material en sus proximidades que están alimentando esta protoestrella y aumentando su tamaño todavía más. Cuando todo este material colapse, formará una estrella con una masa aproximada de unas 100 veces la de nuestro Sol. Algo realmente raro, ya que tan sólo una de cada 10.000 estrellas de nuestra galaxia adquiere ese tamaño.
"Estas estrellas no son solo poco comunes, sino que su nacimiento es extremadamente rápido y su infancia muy corta, con lo que encontrar un objeto tan masivo en una etapa tan temprana de su evolución es un resultado espectacular", añade Gary Fuller, de la Universidad de Manchester (Reino Unido).
“ALMA va a revolucionar nuestro conocimiento de la formación estelar, solucionando algunos problemas actuales, y sin duda dando lugar a otros nuevos”, concluye Peretto.
Esta investigación se presentó en el artículo con el título “Global collapse of molecular clouds as a formation mechanism for the most massive stars”, que aparece en la revista Astronomy & Astrophysics.--
El equipo está compuesto por N. Peretto (CEA/AIM Paris Saclay, Francia; Universidad de Cardiff, Reino Unido), G. A. Fuller (Universidad de Manchester, Reino Unido; Centro de Astrofísica Jodrell Bank y Centro Regional para ALMA del Reino Unido), A. Duarte-Cabral (LAB, OASU, Universidad de Bordeaux, CNRS, Francia), A. Avison (Universidad de Manchester, Reino Unido; Centro Regional para ALMA del Reino Unido), P. Hennebelle (CEA/AIM Paris Saclay, Francia), J. E. Pineda (Universidad de Manchester, Reino Unido; Centro Regional para ALMA del Reino Unido; ESO, Garching, Alemania), Ph. André (CEA/AIM Paris Saclay, Francia), S. Bontemps (LAB, OASU, Universidad de Bordeaux, CNRS, Francia), F. Motte (CEA/AIM Paris Saclay, Francia), N. Schneider (LAB, OASU, Universidad de Bordeaux, CNRS, Francia) y S. Molinari (INAF, Roma, Italia).
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