Economía y Ficción, a propósito de una nota de Martín Kanenguiser

Publicado el 11 febrero 2013 por Poli @FIPoli27

Martín Kanenguiser

 El sábado el periodista Martín Kanenguiser publicó en el Diario La Nación de la Argentina una nota titulada "La ficción literaria, nuevo género de economistas para contar el país", en la que destaca a 5 economistas argentinos que escribimos ficción (E. Sguiglia, N. Gadano, F. Sturzenegger, E.L. Yeyati y yo).
La única fe de erratas es que en la nota figuran dos libros que tengo aún inéditos, como si estuvieran publicados (editores, escucho ofertas!). Leyendo mi respuesta, el error se debe a que no aclaro que están inéditos. En fin, cosas que pasan.
"Historias fugaces de hombres y mujeres", Editorial Galerna, Buenos Aires, 2006, fue presentado ese año en la Feria del Libro con el escritor y maestro Juan Martini, que fue generoso en su crítica y contratapa.Y sin Gastón Pauls, que nos cagó a último momento, ¿te acordás, Juan?

Con Juan Martini en la Feria del Libro de Bs As del 2006


A continuación las respuestas completas que di a las preguntas que nos envió Martín K. para hacer la producción de la nota de La Nación:
 
1-¿Qué te aportó la economía para escribir literatura de ficción y, al revés, qué aportó la literatura a tu conocimiento de la economía?

En principio diría que nada, son dos ámbitos en el que el uso de la palabra no tiene ninguna relación, en un caso esta puesta al servicio del conocimiento científico y en el otro de la creación de ficciones. La precisión en un texto económico va por un lado distinto que en uno literario. Tal vez, el punto de contacto sea que la estructura del cuento clásico sirve para pensar un texto periodístico de divulgación económica: presentación, desarrollo y remate.2-¿Por qué elegiste el cuento en particular para desarrollar esta veta literaria? Aclaro que tengo escrita una novela inédita pero es cierto que me siento más cómodo en el cuento. El maestro Piglia dice que el cuento tiene más relación con la anécdota, en tanto la novela con los personajes. Borges sostenía que en el cuento se puede aspirar a la precisión por su dimensión acotada. El que haya trabajado el texto de una novela sabrá que, por momentos, se convierte en una tarea imposible.3-¿Qué publicaste en este rubro y qué quisieras publicar? Publique en 2006, apenas di por terminado el paso por la función publica y justo antes de venirme a Madrid, un libro de cuentos "Historias fugaces de hombres y mujeres" (Ed. Galerna), que va, como lo dice su título, de amor y desamor, infidelidades  y  celos, esposas y amantes. Desde entonces escribí una novela de non fiction (“No va más”) que reconstruye la vida de un tal Enrique Aisa, argentino carismático, seductor, ludópata y mujeriego compulsivo, que habiendo nacido en una humilde familia numerosa de inmigrantes sirios llegó a ser millonario y terminó perdiéndolo todo en el casino y en la bolsa de valores. También tengo escrito un conjunto de cuentos que, en su mayoría, están “Entre dos mundos”, Buenos Aires y Madrid, y como dijo el escritor español Eloy Tizón, son historias un tanto crepusculares de cierta desorientación vital, en general, a través de los avatares de un narrador masculino, expatriado, solitario, que rememora algún episodio de su pasado, pero evitando caer en la mitología simplista del perdedor.4-¿Hay algún economista en el país o en el extranjero que sea un referente en este campo de la ficción para vos? ¿Y qué libro de ficción escrito por un economista te gusta leer? Antes de publicar mi libro de cuentos, siendo aún funcionario público nacional, me planteé como sería vista la faceta profesional con la de escritor de ficciones y no encontré a mano muchos ejemplos de quienes hubieran compatibilizado ambos aspectos. El  único economista escritor reconocido era el español  José Luis Sampedro, del que tengo las mejores referencias literarias (“El río que nos lleva” y “La vieja sirena”, entre las novelas más destacadas) pero no he leído aún. A nivel local estaba el caso de Eduardo Sguiglia. También me consolé tomando nota de que A. Conan Doyle era médico, antes de escritor, y conjugó ambas dedicaciones. Ernesto Sábato, en cambio, no constituía un buen ejemplo, porque abandonó su carrera exitosa de científico por la de literato.5-¿Con qué relato de ficción se puede comparar la actual situación económica argentina?La pregunta es muy buena. Se me ocurre un ensayo filosófico de un intelectual de una vigencia poderosa, Albert Camus, "El mito de Sísifo". También, una nouvelle desopilante de un escritor argentino, César Aira, de cuyos seguidores incondicionales no formo parte, llamada “Varamo”. Y, permítaseme, agregar que la mejor postal sobre la vida en Buenos Aires sigue siendo  la novela de Juan Martini del 2002, “Puerto Apache”; en tanto, el mejor retrato de la sociedad argentina está en la picaresca de Jorge Asis de los 70/80 (“Carne picada”, “Los reventados”, “Flores robadas…”). 6. Novelas de reciente lectura.Leo mucho. Las últimas novelas, todas recomendables y necesarias, fueron “Otra vuelta de tuerca” de Henry James, “El coronel no tiene quien le escriba” de García Marquez y “Santuario” de W. Faulkner y cuentos "El libro de los viajes equivocados" de Clara Obligado. Actualmente, estoy terminando “En la ruta” de Jack Kerouac, un libro que marcó un antes y un después en la novela americana, y avanzando en una lectura de largo plazo “El Quijote”, sin palabras.Gracias, Martín !!


Blog del autor del libro de cuentos "Historias fugaces de hombres y mujeres".