*GABRIELA DEL MAR RAMÍREZ.
Al cumplirse 40 años del golpe de Estado contra Salvador Allende y contra el pueblo chileno, aún siguen conociéndose nuevos datos sobre las circunstancias que rodearon este suceso. Sin embargo, hay hechos que hoy son incontrovertibles, entre ellos, que el Gobierno de EEUU intervino directamente para evitar que Allende llegara a la Presidencia de Chile y que luego auspició su derrocamiento Al cumplirse 40 años del golpe de Estado contra Salvador Allende y contra el pueblo chileno, aún siguen conociéndose nuevos datos sobre las circunstancias que rodearon este suceso. Sin embargo, hay hechos que hoy son incontrovertibles, entre ellos, que el Gobierno de EEUU intervino directamente para evitar que Allende llegara a la Presidencia de Chile y que luego auspició su derrocamiento. Ya en 1962, el gobierno de Kennedy entregó millones de dólares a los partidos de centro y de derecha, y finalmente brindó su apoyo al candidato Eduardo Frei Montalva, del Partido Demócrata Cristiano, para que fuera el contendiente de Salvador Allende, quien proponía el tránsito democrático hacia el socialismo. Se realizó para esas elecciones una feroz campaña anticomunista que contó con la participación de la CIA y que estuvo dirigida especialmente a las mujeres, para que temieran por el futuro de sus hijos. Frei ganó y Allende fue segundo. Nixon retomó la campaña anticomunista para las elecciones de 1970. A pesar del dinero invertido, Allende obtuvo la mayoría por poco margen. EEUU trató de evitar la toma de posesión de Allende, promovió actos terroristas y participó en la acción que costó la vida al comandante general del Ejército, René Schneider, quien era una traba para los planes golpistas. Cuando Allende asumió, Nixon decidió hacer chillar la economía chilena, algo que logró aplicando un bloqueo económico y confabulando con sectores empresariales internos, lo que generó alta inflación y escasez de productos básicos como el azúcar, los fósforos, el papel higiénico y el aceite. EEUU temía que el proyecto de implantar el socialismo por la vía pacífica fuera exitoso y se convirtiera en un “mal” ejemplo para otros países del continente. Por eso, se usaron ingentes recursos para sabotearlo. La injerencia estadounidense se valió de transnacionales como la ITT y de medios de comunicación como el diario El Mercurio, que fue financiado por la CIA con casi 2 millones de dólares para generar desestabilización y promover el golpe. Una vez derrocado Allende, se instauró una brutal dictadura de 17 años pero, sobre todo, se impuso a sangre y fuego un modelo económico que concentra la riqueza en pocas manos del que Chile aún lucha por liberarse. *Defensora del Pueblo