En el documento, la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional (Seteci), notificó a finales de noviembre a USAID que no podrá ejecutar ninguna actividad nueva, ni ampliar plazos de ejecución de proyectos.
Asimismo, agregó que la cooperación quedará suspendida “hasta que nuestros gobiernos negocien y firmen un nuevo convenio macro y de implementación de asistencia”.
La embajada estadounidense por su parte, también emitió un comunicado en el que indicó que se intentó sin éxito negociar en los últimos dos años “un acuerdo que permita continuar el trabajo” de la agencia en la nación sudamericana.
El comunicado señala que a raíz del “congelamiento indefinido de las actividades”, dispuesto por el Gobierno, la agencia estadounidense debió cancelar cuatro proyectos que estaban en marcha relacionados con la protección del medio ambiente y al fortalecimiento de la sociedad civil.
Según la Seteci, desde el 2007, la agencia estadounidense aportó unos 32 millones de dólares al año para iniciativas en Ecuador, la mayoría ejecutadas por Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) internacionales y locales.
En junio del 2012, el presidente ecuatoriano Rafael Correa advirtió con expulsar a la USAID del país tras acusarla de financiar a grupos de oposición, y de involucrarse en política interna.
Para ese entonces, dijo que la medida estaba siendo analizada por otros Gobiernos de izquierda de la región. Bolivia expulsó en mayo a la USAID con el argumento de que esa agencia estaba conspirando contra el gobierno de Evo Morales.
Desde mayo del 2010 el presidente Rafael Correa ha revelado la existencia de un número considerable de ONGs en el país, mayoritariamente sin control y sin pagar impuestos al fisco, con financiamientos para actividades políticas ilegítimas, incluso para la supuesta formación de líderes, reportó AFP.