Fecha: 25 noviembre 2014
Asistencia: 11.000 personas
Artistas Invitados: -
Precio: -
Músicos: Ed Sheeran (guitarra, voz y loops)
El ídolo cantautor del siglo XXI
Decía Fito en estas mismas `páginas' hace unos días que le encantaría hacer una gira en solitario con su guitarra, pero que la idea le acojona muchísimo porque hay que ser muy bueno y tener un talento especial para plantarte ante el público de esa guisa, "en pelotas", y no resultar cansino.
Puede que Fito se lo esté pensando demasiado, al menos a tenor de la exhibición que el inglés Ed Sheeran protagonizó este martes ante 11.000 personas en el BarclayCard Center de Madrid, literalmente él solito con su guitarra en el centro de un escenario más propio de una estrella pop que de un cantautor al uso. ¡Y los parroquianos (bastante jóvenes en su gran mayoría) no pararon de bailar!
Pero es que precisamente esa dualidad es el atractivo principal de este muchacho de 23 años, una rara avis en las listas de éxito de medio mundo, que en directo aparece tranquilamente por un lado del escenario parapetado tras una guitarra acústica de la que sólo se despoja para, ojo, rapear con un frenesí que ríete tu de los maestros del género.
Porque Ed Sheeran se lo guisa y Ed Sheeran se lo come, puesto que él mismo se encarga de generar los loops rítmicos para que sus canciones palpiten convenientemente, al tiempo que lanza también sus propios coros y sus acompañamientos rítmicos de guitarra. Todo así, ante los ojos de un público que, si se despista, puede caer en el error de pensar que está todo pregrabado.
Mas no, todo acontece de forma pasmosamente natural en el centro del escenario, mientras varias pantallas gigantes proyectan tanto visuales como imágenes gigantes del ídolo juvenil pop más inesperado de los úlitmos años, que está consiguiendo una legión de seguidores con un arma que muchos de sus contemporáneos desestiman: buenas canciones.
Canciones como 'I'm a mess', 'Lego house', 'Don't', 'One', 'Thinking Out Loud' (el único momento en el que cambió la guitarra acústica por una eléctrica), 'The A Team', 'Give Me Love' y el final por todo lo alto con la bailonga 'Sing', sin duda una de las composiciones de la temporada en lo que a difusión se refiere.
No faltaron tampoco guiños a artistas tan aparentemente distantes como Stevie Wonder y Backstreet Boys, demostrando que es muy consciente de las varias caras de su propio personaje, perfectamente anclado entre dos universos aparentemente distantes pero que encajan con facilidad en su caso.
Y así, en hora y media, Ed Sheeran se lleva de calle a la muchachada fanática y también a algunos padres de acompañamiento que al terminar pueden pensar que esto sí, que esto sí tiene una honestidad y una elegancia de la que la música pop de radiofórmula carece desde hace ya demasiado tiempo.
No ha inventado nada Ed Sheeran, pero puede que esté reinventando sin quererlo el concepto de cantautor, como un Cat Stevens del siglo XXI, quitándole todos los prejuicios de aburrimiento y revitalizándolo con una interesante apertura de miras y un carismático manejo escénico. ¿Porque quien quiere una banda cuando la banda la lleva dentro?