Edén en Ágreda I

Publicado el 23 julio 2019 por Monpalentina @FFroi
ÁGREDA I | Templo de La Virgen de la Peña

Es lo que tienen las "revistas del corazón". Desde que acostumbran a poner en sus portadas las fotos y en su interior los largos reportajes de las bodas reales, provocan en la mente de su extenso número de lectores el deseo de cotillear las ceremonias con las que saciar los deseos reprimidos de sus sueños de realeza. Y estos humanos que me rodean  y a los que  malamente soporto no iban a ser la excepción.
Cuando ya se han tragado desde la boda de Leticia hasta la de Máxima de Noruega, siguen escarbando en la historia y se encaprichan en conocer el escenario de otra boda real que no ha publicado el "Hola". Y aquí estoy de nuevo, en Ágreda, porque resulta que parece ser que como allí se casó un rey famoso- que encima presumía de "Conquistador"- con otra famosilla, una tal Leonor de no se dónde, pues... ¡ vamos a chismorrear como si el románico fuera Sálvame de Luxe!.
Me puse contento porque pensaba que me llevarían a un plató televisivo donde conocería a las reinas de la prensa rosa como Belén Esteban, la Preysler y demás, pero resulta que...! si quieres arroz Catalina¡. Otro edificio viejo y bastante feo que no tiene ni adornos historiados en la fachada.

Lo poco que puedo ver es un muro de mampostería con cornisa de nacela y canes lisos, y una puerta de cuatro arquivoltas sobre jambas con impostas sencillas. Ni tímpano ni columnas y solo unos adornos de cenefas, inauditas en todos los otros templos sorianos que he visitado.

Comentaba esta gente que se conserva el Acta de consagración de este templo que termina hasta con dedicatoria: " Dicata est ecclesia ista in honorem Dei et Beatae Mariae a Dno. Joanne Tirasonensi Episcopo X kal. Novembris anno ab incarnatione Domini MCLXXXXIII", o sea, que traducido para perros, quiere decir que es mu viejísima, del 23 de octubre de 1193 cuando yo todavía no había nacido, aunque por el padre adoptivo que tuve, mi vida me pareció muy larga.
Cuando entramos dentro me aburrí bastante. Dos naves de anchura desigual cubiertas por cañones agudos reforzados con fajones divididas por pilar cruciforme con arco rebajado que se apoya en medias columnas resaltadas, y que a mi me huele que las capillas góticas en las que finalizan ambas naves, sustituyeron a los primitivos ábsides.

Pero lo que más me gustó de todo, fue un pipi-can precioso que había en una esquina, con arcos entrelazados y de una sola pieza, al que no me dejaron ni husmear.

¡ Me dieron ganas de estrangularlos!

Pues sí, porque no es que sea gruñón sino que ellos tampoco son ningunos angelitos, y si nos ponemos a sopesar lo de ellos y lo mío....

Fijaos si son raros y puñeteros, que en lugar de estar enamorados de mi, repartían sus halagos a un pariente lejano mío de piedra que decían que parecía saltar. ¡ Como si a mi no me hubieran pisado nunca el rabo esta gentuza!


Mongui ha muerto y me deja desolado. Compañero, aventurero románico y vital desde hace doce años, se marcha al Edén y me deja un profundo vacío. Con el recorrí todo el románico hispano y extranjero. Manuel Gila (Almería)