Edén en Barrios de Bureba

Publicado el 20 octubre 2020 por Monpalentina @FFroi
Gran Guía de Templos Románicos.

Templo de San Facundo - Barrios de Bureba

Allí se coció el principio de su final. Aquel agosto de 2010 el Volvo en que nos desplazábamos comenzó, por vez primera, a dar síntomas de agotamiento reclamando un poquito de misericordia ante tanta paliza románica. Esto ocurrió tras aparcar en la antigua parroquial de uno de los barrios que formaban parte de esta población, hoy completamente despoblado.


La ermita de San Fagún o San Facundo se reduce en la actualidad al ábside y una esbelta espadaña que se levanta sobre el arco triunfal, aunque parece que la intención inicial de sus arquitectos fue la de continuar el templo incorporándola a la nave.


Restos de cimientos encontrados permiten aventurar que originariamente tendría una corta nave con dos tipos de construcciones: la actual del presbiterio y otra menos consistente y duradera.

Es una obra que data de 1181 como claramente pregona una inscripción colocada en el exterior del ábside: "En la era de 1219 comenzaste a existir gracias a Dios".


La espadaña, de inusual belleza, tiene doble cuerpo y cuatro vanos, lo que fue aprovechado inútilmente por mi egocéntrica mascota para ver si se le pegaba algo.


La cabecera semicircular se eleva sobre podio con cinco tramos del que el central tiene su capilla absidial dividida en tres paños mediante haces de triple columna de entrega.

Sólo dos ventanas. Una en el tramo recto y otra en el central con forma de arco de medio punto sujetado por columnas con capiteles.


El ábside se divide en dos cuerpos separados entre sí por imposta corrida a la altura de las ventanas


finalizando en tejado adornado de unos curiosos canecillos en donde no faltan cabezas curiosas de hombres y animales, clérigos ....


Pero el que a mí más me llamó la atención es éste de Peter Pan, aquél eterno niño que siempre soñó con poder volar al País de Nunca Jamás.


Vale, y a todo esto os estaréis preguntando qué ocurrió con "La burbujita" - que era como la mini pandi ésta llamaba al Volvo-. Pues con toses y quejidos ella y yo con más miedo que vergüenza, logró llegar cuando ya anochecía desde Barrios de Bureba a Lérida de un tirón. Allí, la pobre, expiró. Pero con tanta elegancia que lo hizo frente a una hamburguesería de su calle principal.