Edén en Clemont-Ferrand

Publicado el 15 marzo 2022 por Monpalentina @FFroi

GRAN GU�A TEMPLOS ROM�NICOS


Clemont-Ferrand


BasĂ­lica de Notre Dame du Port



E ingenuo de mi, me pilla con el abre ostras y baĂąador puesto cuando me dice que me lleva al puerto y me acaba aterrizando en la Auvernia francesa. Pido explicaciones a mi mascota y me responde el abogado: "Port, no necesariamente significa puerto de mar o fluvial, Mongui. También, y mĂĄs en francés, es entrepuerto de mercancĂ­as de la rica Limagne y la regiĂłn montaĂąosa".
Notre Dame du Port se construye en 1100 sobre otra iglesia que, construida por el obispo San Avit en el siglo VI fue destruida por los normandos y vuelta a levantar por orden de San Sigon en el siglo IX. Se construye en piedra arenisca pero sobre grandes arcadas y con crucero de guijarros cubiertos de mortero formando alvéolos. Es el prototipo de la arquitectura romĂĄnica de la auvernia francesa.

Planta basilical de tres naves, transepto sobresaliente con dos absidiolos semicirculares y ninguna capilla axial.

La nave central con bĂłveda de caùón continĂşa sin fajones y dividida en cinco tramos con pilares cuadrados con voladizos semicirculares falsos, Ăşnica en su género.

Alzado de dos pisos con tribunas iluminadas que se abren a la nave con arcos lobulados de influencia arabesca.

En el ĂĄbside central, girola iluminada por vanos que la iluminan

Naves con bĂłveda de arista y cĂşpula con trompas en el crucero. Dividida en cinco tramos con vanos ciegos al exterior.
Transepto estrecho,

acaba dominando el tejado

con cĂşpula de campanario poligonal.

El exterior equilibrado por contrafuertes y cornisas con modillones.

En pĂłrtico, policromado, obra de un tal Rotbertus, nos muestra un Cristo en majestad sobre friso-frontĂłn con la infancia de JesĂşs y su AdoraciĂłn de Magos.

Un sacrificio de Isaac sorprendente en la forma

Y a un AdĂĄn y Eva indecisos

Mientras grifos sacian su sed en el cĂĄliz divino

Capiteless interiores de ĂĄngeles

Y diablos tentadores

Con evangelistas proclamando la nueva doctrina

en la eterna lucha

por lograr comprender el indescifrable Libro de la Vida

Mientras Notre Dame, la SeĂąora MarĂ­a, duerme

ante sus atĂłnitos ojos admirados de tanta belleza