Me encontraba en la Ribagorza oscense, cuando se les ocurrió visitar el puente románico de Capella del que ya tenéis noticias en esta Guía y, además, programar una comida con el mosén de Roda de Isábena. ¡Frenazo!. Al lado derecho de la carretera, en un tramo recto y plano, aparece un templo románico. Es la ermita de Nuestra Señora de los Llanos.
Edificio de finales del siglo XII y restaurado en 1983, se presenta con portada franca a poniente que abre con arco de medio punto dovelado.
Sobre el mismo, un vano rectangular de doble derrame con espadaña posterior de dos ojos.
Al exterior, ábside semicircular construido con sillarejo. En el centro, vano central en aspillera y derrame interior.
Capillas cuadradas a cada lado añadidas en el siglo XVI.
Al lado norte se adosó en el siglo XIX el cementerio del pueblo que se encontraba junto a la actual iglesia parroquial.
El interior, de nave única y bóveda de cañón que se remata en apuntada.
Y que desemboca en ábside desprovisto de ornamento alguno
aunque, incrustado, aparece éste.
Elevando la vista, nos sorprende una bóveda de factura arquitectónica dúplice: mitad y mitad.
La capilla del norte.
Y en el lado del Evangelio, la figura de la titular de su advocación
Sorpresa preciosa, que les deparó un día gozoso.