Os voy a contar una historia para hablaros de la Crème de la Mer. Al principio igual os parece que no tiene mucho sentido, quizá no lo tenga, vamos a ver…
Hace como cinco o seis años, mi tío me pidió que me quedara cuidando a sus niños un fin de semana, él se iba a celebrar su aniversario cumpliendo uno de sus sueños.
Es, desde que yo tengo uso de razón un apasionado del motor, los coches y las motos le vuelven loco, yo ya he perdido la cuenta de los que van pasando por sus manos y para ese fin de semana había alquilado su coche favorito, un Ferrari.
Recuerdo que estaba entusiasmado y yo ojiplática desde que me dijo cuanto le había costado tener ese Ferrari rojo durante tres días. Ojiplática, os lo juro.
No lo entendía, esa barbaridad de pasta solo por conducir ese coche durante unos días.
Para el, apasionado del motor, Ferrari es la octava maravilla, para mí, apasionada de la cosmética, lo es La Mer, junto con otra de la que os hablo también muchas veces.
Recuerdo que cuando empecé con el blog escribí un post sobre La Mer y recuerdo también perfectamente que pensé en lo difícil que iba a ser que la probara.
Lo que son las cosas, ya la voy usando unas cuantas veces y es una crema maravillosa, un caldo milagroso.
50 años lleva ya en el mercado, 50 años cambiando pieles. Y es que La Mer tiene la capacidad de mejorar todas las pieles, las vuelve más suaves, aporta firmeza, las nutre, hace menos visibles las arrugas, recupera las pieles más secas y las más sensibles notan un tremendo alivio.
Yo he experimentado sus efectos en mi piel y los he visto además en otras pieles, son realmente espectaculares, se ven pieles sanas, hidratadas, elásticas, se ven pieles bonitas.
Pero claro, es un Ferrari y los Ferraris no son baratos, la Crème de la Mer tampoco. Lo que puedo deciros es que vale lo que cuesta y añadir otra cosa, dura un montón de meses y es que con poquita cantidad es más que suficiente.
Es (lo sé) un capricho un poco caro, pero un capricho al año no hace daño, ¿no?
Un 50 aniversario hay que celebrarlo y la Crème de la Mer lo hace con un tarro metalizado en un color oro ámbar. Es también un lujo para la vista.
El tarro de 60ml tiene un precio de 265 euros.
¿La habéis probado alguna vez?