Edimburgo

Por Lamaletita
La bella y enigmática Edimburgo (Edinburgh) es la segunda ciudad más grande de Escocia por detrás de Glasgow. Tanto su Old como su New Town son patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Merece la pena visitarla tanto como si se llega a ella para hacer una ruta por las Highlands como si se viaja sólo para estar unos días en esta ciudad.
¿En qué época es mejor visitarla?
 Esta es una pregunta que surge en muchas ocasiones cuando se va a hacer un viaje. Bueno, Edimburgo tiene un clima marítimo con unos inviernos no demasiado duros ya que las temperaturas no suelen bajar de los 0º y los veranos son más bien fresquitos. La temperatura media en esta época suele rondar los 14º. Además hay que tener en cuenta que debido a su situación, Edimburgo es azotada por fuertes vientos y borrascas provenientes del Golfo, por lo que un buen chubasquero o cortavientos será una prenda imprescindible en nuestra maleta (en cualquier estación del año). Durante el mes de julio es cuando se "disfruta" de unas temperaturas más agradables y de más horas de sol. Pero sin duda el mes estrella para las visitas es agosto ya que durante varias semanas se celebra en esta ciudad el "Fringe", un festival multitudinario de artes escénicas y música. Y el famoso "Tatoo" festival. El único inconveniente de viajar en agosto es que Edimburgo está abarrotada de visitantes... En mi caso, las dos veces que he estado aquí, he venido en agosto.

¿Qué ver en Edimburgo?
Bueno, lo primero que hay que tener claro es la fisonomía de la ciudad. Edimburgo tiene dos "partes" la ciudad nueva o "New Town" y la ciudad vieja u "Old Town". Lo más recomendable es reservar un hotel/hostal/b&b en la parte antigua o lo más cerca posible de ella (siempre que nuestra economía y la dispnibilidad nos lo permita).Otra cosa que podemos hacer es reservar una visita guiada por la ciudad para hacernos una idea de cómo es y para conocer algo de su historia. Por supuesto, os recomiendo "Sandemans tours" http://www.newedinburghtours.com/es/tours-diarios.html Como ya comenté en la entrada de Berlín, en este tipo de tours no hay un precio estipulado. Tú pagas lo que consideres al finalizar la visita. Están muy bien ya que la ruta dura unas tres horas y los guías son muy profesionales. Te cuentan mil historias y anécdotas de la ciudad. En otra ocasión hice también el "Tour de los fantasmas" pero con otra compañía. Fue una visita de casi dos horas por algunas de los "closes", cementerios y lugares más enigmáticos de la ciudad. Cuesta 10 libras y la agencia se llama http://www.viajarporescocia.com/ . En mi opinión fue algo más flojo...

El casco histórico se concentra en torno a la Royal Mile, que como su nombre indica es una milla real (1.814,2 metros). La Royal Mile va desde Castle Hill, donde se encuentra el Castillo de Edimburgo, hasta el palacio de Hollyrood. Se divide en cuatro tramos que son: Castlehill, Lawnmarket, High St. y  Canongate.  Es la calle principal, la más animada y donde se encuentran la mayoría de tiendas de recuerdos, pubs y atracciones. Durante el Fringe hay multitud de músicos y espectáculos callejeros, al igual que también hay un considerable número de personas repartiendo octavillas de las actuaciones de cada día. La verdad es que llegan a ser algo pesados...                                               
En el tramo de Castlehill encontramos el Scotch Whisky Heritage Centre. Vamos, lo que viene a ser un lugar donde te explican el proceso de elaboración del whisky. También hay un restaurante y una tienda donde venden todo tipo de marcas de whisky. Algunas de las botellas valen auténticas fortunas. En la entrada y cata de whisky cuesta unas 9 libras.

Al cruzar un callejón (close), al este de Gladsone's Land encontramos el Museo de los escritores (Writers' Museum) donde se pueden ver manuscritos de escritores de la talla de Walter Scott o Robert L. Stevenson. La entrada es gratuíta.
En plena High St. está la Catedral de San Giles donde podemos ver la célebre capilla del Cardo que es el símbolo de Escocia. En el techo hay varios angelitos tocado instrumentos de entre los cuales uno es una gaita. La tradición dice que hay que encontrar al gaitero para, como casi siempre, te de suerte.

A la salida, junto la entrada oeste podemos ver (hay que fijarse bien) el Corazón de Midlothian. Es un corazón hecho con trozos de piedra o adoquines que nos indica el lugar en el que se encontraba el Tolbooth. El que fue el antiguo tribunal de justicia y prisión y que fue demolido a comienzos del siglo XIX. Aunque el corazón nos puede hacer pensar en algo bonito, como veréis no se trata nada de eso, y la gente tiene costumbre de escupir dentro de él. Hay que decir que está prohibido escupir en Edimburgo y te pueden multar si te pillan haciéndolo, pero eso sí, si lo haces dentro del corazón no pasa nada. También hay que tener en cuenta que quien pise el corazón no encontrará el amor verdadero. Así que cada cual que haga lo que crea conveniente...

A escasos metros de aquí hay una especie de cerradura en el suelo donde según parece estaba el cadalso donde condenaban a las brujas. Este cerrojo nos recuerda que los males quedan enterrados pero que con una llave se puede volver a abrir destapar todo de nuevo...  
Justo al lado oeste de la catedral se halla la única tumba de todo el Old Town. De nuevo hay que fijarse bien puesto que está en una plaza de párking (número 23). Pero si tenéis suerte de que el propietario de dicha plaza a sacado el coche a pasear podréis ver una placa en el suelo donde nos dicen que aquí se halla el cuerpo de un fundador y defensor de la iglesia presbiteriana. Antiguamente, en Edimburgo a la gente se la enterraba en el Old Town (porque era la única parte que existía), hay que pensar que para lo pequeña que es esta parte albergaba a miles de personas. Toda esta gente vivía hacinada casi unos encima de otros. Además estas personas tenían que "convivir" con los difuntos que estaban enterrados en esta zona. El problema era que por la situación de la ciudad, el terreno y la manera de enterrarlos cuando llovía los cuerpos salían de la tierra y empezaban a rodar calle abajo huesos y cráneos. ¡Qué estampa! Así que se decidió, al menos, trasladar a todos los difuntos a cementerios fuera de la Old Town a excepción de este señor. Aunque el pobre tenga que pasar el resto de la eternidad en la plaza 23 de este parking.

Junto San Giles está Mercat Cross. El lugar donde los comerciantes sellaban sus acuerdos y donde se leían las proclamas reales. Cuando sucedía algo importate en Londres, 3 días después que se anunciaba en Edimburgo, ya que es lo que tardaba el jinete más rápido en ir de Inglaterra a Escocia. Hoy en día se sigue respetando esa tradición de los tres días y, como según nos contaron, el día que se produzca el fallecimiento (poco probable) de la Reina Isabel II un funcionario anunciará su muerte desde lo alto de este monumento al cabo de tres días. Cosas de escoceses...

Este lugar también servía para ajusticiar a los ladrones. Si alguien era pillado robando se le clavaba un clavo gordo en la oreja y se le dejaba allí todo el día "pegado" a la pared. El pueblo aprovechaba para tirarle todo lo que les venía en gana, carne podrida, excrementos, escupitajos... por lo que en muchas ocasiones los malhechores no aguantaban y se soltaban, dejándose allí tu orejita colgando. Antes de  hacer esto debías pensarlo dos veces porque si te falta una oreja es porque eres un ladrón... y por consiguiente ya nadie querría hacer tratos o negocios contigo. Casi mejor quedarse allí todo el día porque la cicatriz del clavo se curaría en unos días.
A pocos pasos de aquí encontramos la estatua de bronce del filósofo escocés David Hume de la que se dice que si todas el dedo gordo de su pie tendrás suerte en tus estudios. "That's the lucky toe!"como dicen los escoceses. Evidentemente, el dedo en cuestión está lustroso de las veces que ha sido frotado.  Lo curioso es que con lo escéptico que era el hombre se haya generado una superstición tan grande con la "suerte" que da su dedo. Pobre hombre, si lo supiera...

www.realmarykingclose.com

http://es.wikipedia.org/wiki/Mary_King's_Close

Seguimos por esta misma calle y llegamos al Callejón de Mary King (Mary King's Close)  http://www.realmarykingsclose.com/ Se trata de una de las visitas más interesantes y famosas de la ciudad, galardonada con las 5 estrellas que visita la página web "Visit Scotland" que la acredita como atracción turística escepcional. En esta visita guiada uno puede  bajar hasta adentrarse en el Edimburgo del siglo XVII y conocer de primera mano cómo se vivía en aquella época. La "actual" Old Town está construída sobre otra ciudad aún más vieja que fue prácticamente enterrada después de la época de la peste negra. Es por ello que si miramos los edificios desde la Royal Mille tienen una apariencia distinta a si los miramos desde la Princess st. donde parece que hay como más edificios colocados por debajo. Pues bien, durante el recorrido te presentan a los distintos personajes que vivían aquí y también puedes ver cómo trabajaba el Dr. Rae que era uno de los médicos que trató la temida peste. Ataviado de los pies a la cabeza con una túnica de cuero negro y con su máscara de pájaro donde colocaba sus hierbas aromáticas, iba visitando a cada enfermo y practicándoles sus desagradables curas.  En Primavera y verano el horario es de 10 a 21h y el precio es de 13 libras (audio-guía incluído).
Un poco más hacia abajo se encuentra el Tron Kirk, una iglesia del siglo XVII cerrada en 1952 como tal pero reabierta recientemente como un pub. El interior conserva aún cierta apariencia de templo aunque ahora está adornado con unas pinturas mural impresionantes. Merece la pena entrar y disfrutar un rato de los conciertos que se ofrecen (mes de agosto). Según nos contaron, a principios del siglo XVIII se descubrió un pasadizo desde el castillo que iba, según parece, calle abajo. Así que el ayuntamiento mandó que se investigase dicho túnel para ver hasta dónde llevaba. Pero al advertir que éste era tan estrecho y que una persona no cabía se mandó que fuera un niño el que lo recorriese. Al pobre niño se le dio un tambor y se le pidió que fuera tocando en su recorrido. Pero al llegar a Tron Kirk el sonido cesó y nunca más se supo de este niño. Desde entonces se dice que en las noches más tranquilas se puede escuchar el sonido de unos  tambores que provienen de este lugar.
Uno de los lugares a los que no puedes dejar de ir es al Castillo de Edimburgo. Éste se halla majestuosamente en lo alto de un peñón a 134m por encima del nivel del mar. Tiene más de 3000 años de historia y ha sido residencia de los monarcas de Escocia, prisión, baluarte militar y depósito de los más grandes tesoros escoceses.Se accede por la gran entrada que hay al comienzo de la Royal Mile.  Yo recomiendo comprar las entradas por internet para no tener que sufrir las largas colas que se forman, sobre todo si vais en verano http://www.edinburghcastle.gov.uk/tickets/tickets.aspx , a no ser que tengáis la http://www.visitbritainshop.com/espana/atracciones/atracciones-en-escocia/product/historic-scotland-explorer-pass.html que en cuyo caso pasaréis directamente. El precio por persona es de 16 libras, sin audio-guía.
Si lo visitáis durante el mes de agosto veréis a  la entrada las gradas que se montan para el Tatoo que es un espectáculo militar de tambores, gaitas y bailes que hacen durante las noches del Festival de Edimburgo.  http://www.edintattoo.co.uk/

Durante la visita podemos ver:
- Los cañones, entre los que se halla el "Mons Meg", un enorme cañón de asedio que data de la época medieval y el cañón de la una en punto que se dispara a diario a esta hora a excepción de los domingos, el día de Navidad y el Viernes Santo.
- Los museos militares
- El cementerio canino que es donde reposan las mascotas del regimiento y los perros de los oficiales.- El palacio Real, en el que se puede ver la pequeña cámara donde en 1566 María Estuardo dio a luz a su único hijo, el príncipe Jacobo VI.
-El gran salón.
- La capilla de Santa Margarita. Se trata del edificio más antiguo de Edimburgo fechado en el año 1130.
- Los honores de Escocia, es decir, la corona, el cetro, la espada ceremonial y las joyas de la corona más antiguas del Reino Unido.
- El templo Nacional que alberga las Listas de Honor con los nombres de los caídos en la I Guerra Mundial.
- Las prisiones de guerra.

La piedra del destino devuelta al castillo de Edimburgo www.viajescondestino.com

- La piedra del destino.  El símbolo de la nación que desde hace 1.000 años es usado para coronar a los reyes del Reino Unido. En el siglo XIII fue capturada por Eduardo I de Inglaterra donde permaneció en la Abadía de Westminster durante, nada más y nada menos, que 700 años. (Y luego queremos los Españoles que nos devuelvan Gibraltar cuando han estado tanto tiempo para devolver una piedra...). El caso es que 1996 el Gobierno Británico decidió devolverla a Escocia con la condición que volviera a Londres para las futuras coronaciones.

Si giramos desde la Royal Mile hacia  George IV Bridge encontraremos poco después de pasar la biblioteca Nacional la cafetería "The Elephant House". La cual fue testigo de cómo J.K. Roling escribía los primeros libros de Harry Potter mientras tomaba un café en una de sus mesas de su interior. Aunque los de la cafetería no se han hecho ni tan ricos, ni tan famosos como la escritora no se pueden quejar, puesto que reciben una multitud de clientes al día atraídos por el mundo "harripoteresco". Yo no entré porque había mucha cola...

Si seguimos esta calle llegaremos hasta la famosa estatua de Greyfriars Bobby, el perro más famoso de la ciudad. Este Skye Terrier permaneció 14 años en el cementerio de Greyfriars junto a la tumba de su dueño, un policía que murió de tuberculosis en 1858. Está enterrado a la entrada del cementerio a unos pocos metros de su querido dueño.

 Si nos adentramos un poco más, descubriremos uno de los cementerios y de los lugares con más actividad paranormal del mundo. Sí, del mundo. En el interior de este campo santo se encuentra el mausoleo de George Mackenzie. Un malvado abogado, apodado como "Bloody" (el sangriento) que a mediados  del siglo XVII se encargó de enjuiciar, encarcelar y ordenar las más terribles torturas a los presos de la "cárcel de los Covenanters", que se encuentra a pocos metros de su tumba. Pues bien, según parece a finales de la época de los 90 un mendigo que se había cobijado en el interior del mausoleo de Mackenzie acabó profanando, accidentalmente, parte de su tumba, como consecuencia del estado de embriaguez en el cual se hallaba. El hombre salíó de este lugar con magulladuras y arañazos por lo que dio parte a las autoridades para que investigaran ese lugar. Al pobre casi nadie lo creyó. Pero, años más tarde, en una noche de 1997, unos jóvenes que estaban en el interior de lo que era la cárcel también sintieron que eran arañados y mordidos por una presencia invisible. A partir de ahí, a raíz de este caso y de otros hechos sin explicación que fueron ocurriendo el Ayuntamiento de Edimburgo decidió cerrar al público la tumba de Mackenzie como la zona de la cárcel de los Covernanters. En la actualidad se puede visitar esta parte del cementerio sólo con unos tours específicos como el www.cityofthedeadtours.com/ en el que en su página web te advierten: "El Mackenzie Poltergeist puede causar malestar físico y mental. Se une a la gira por su cuenta y riesgo". Evidentemente, y puesto que yo no quise despertar la ira del malvado señor, no se me ocurrió apuntarme a este tipo de tours. Con verlo de día y por fuera, ya tuve bastante. algo que me llamó la atención fue ver la cantidad de edificios cuyas ventanas dan a este "maldito" lugar. Qué miedo... o no, porque quizá todo sea pura sugestión... 

No obstante, y a pesar de estas tétricas historias, no hay que dejar de visitar este cementerio. De día no deja de ser un remanso de paz en medio de la algarabía edimburguesa.

Saliendo por la otra puerta del cementerio llegaremos a la conocida Grassmarket. Esta plaza fue el emplazamiento del mercado de ganado desde el siglo XV hasta comienzos del XX. Aunque, volviendo otra vez a las historias oscuras, también fue el lugar donde se llevaban a cabo las ejecuciones públicas.

El "last Drop" (última gota)  era el pub donde los condenados  se echaban el último trago antes ser ahorcados. Hoy en día sigue existiendo y siguen ofreciendo bebidas, aunque no tienen por qué ser las últimas que nos tomemos...Cerca de aquí se encuentra el pub Maggie Dickson. Maggie era una chica de clase media que decidió venir a Edimburgo en busca de una nueva vida. Pero al poco tiempo de estar en la ciudad  quedó embarazada del hijo de su posadero. Por miedo a perder su trabajo, Maggie decidió ocultar su embarazo. Pero al poco tiempo, tuvo un parto prematuro y perdió a su bebé. Así, que no tuvo más remedio que hundir su cuerpo en río. Pero fue sorprendida por un hombre que no dudó en delatarla, por lo lo que la pobre Maggie fue condenada a muerte en la horca. El dos de septiembre de 1724 fue ejecutada en Grassmarket. De camino al cementerio empezaron a escucharse unos gritos...¡era Maggie! que no había muerto. El pueblo estaba la mar de contento pensando que iba a ver de nuevo una ejecución pero de entre la multitud un hombre gritó que nadie podía ser condenado dos veces por un mismo delito. Lo que había sucedido habría sido justicia divina así que tendría que quedar libre. Finalmente, Maggie se casó con su salvador y aún vivió 40 años más. Eso sí, debido a la falta de oxígeno que tuvo, quedó un poco ida... desde entonces todos la conocieron como Maggie la medio colgada.

Por cierto, desde esta plaza se puede ver una de las mejores vistas del castillo.

Subiendo de nuevo hacia la Royal Mile pasaremos por una de las calles más bonitas y singulares de la ciudad, Victoria Street. Sus casas están pintadas de colores y los bajos están repletos de comercios y tiendecitas de artesanos. Según parece, fue esta calle la que sirvió a J.K. Rowling para inspirarse en el célebre callejón Diagón de los libros de Harry Potter.
De camino a Princes St. pasaremos por la calle North Bridge donde se encuentran varios restaurantes y pizzerias. También hay una tienda especializada en whisky. Unos metros más hacia delante está el puente, que lleva el mismo nombre.

El North Bridge ha estado accidentado desde su construcción en 1763 , ya que en varias ocasiones  se vino a bajo debido a que se asentaba en el lodazal que quedó después de drenar el lago artificial que había en esta zona. Pronto se ganó el sobrenombre de maldito y la gente empezó a cogerle manía y miedo por lo que se negaban a cruzarlo. Pero en 1894, después de varias reconstrucciones e inaguraciones, los ciudadanos de Edimburgo le dieron una segunda oportunidad al nuevo puente y empezaron a cruzarlo. Pero, ¿qué pasó entonces? Pues que la gente lo empezó a usar como lugar para los suicidios. Así que debido al alto indice de muertes que se empezaron a registrar, las autoridades tuvieron que poner unas redes para impedir que los suicidas acometieran su fin. Al parecer, las redes gustaron mucho, ya que cuando la gente salía del pub, con unas copas de más, iba al puente a... tirarse a la red. Consecuencia: tuvieron que quitar las redes porque era más la gente que se tiraba por diversión que porque realmente quisieran acabar con su vida. En la actualidad hay unos carteles con unos teléfonos para que llames si necesitas ayuda. Como un teléfono de la esperanza, pero de pago.

Princes St. es, junto a la Royal Mile, una de las calles principales de la ciudad, donde se concentran de tiendas y restaurantes. Aquí también podemos ver los Princes Street Gardens, el parque urbano más importante del centro. Estos jardines ocupan el lugar en el que se encontraba el antiguo lago, donde en la Edad Media hacían las pruebas de brujería, y que  finalmente fue  drenado en el siglo XIX. Destacamos, el Edinbourgh Eye, la gran noria de 33 metros de altura, la fuente de Ross y el monumento a Walter Scott. Ésta es la construcción más grande erigido a un escritor. 
Otro de los lugares que no nos debemos perder de esta zona (y además es gratuito) es la Galería Nacional de Escocia (National Gallery of Scotland). Los artistas que podemos encontrar son Tiziano, el Greco, Velázques, Rembrand, Monet, Van Gogh, Cezanne, entre otros. Merece la pena la visita tanto por fuera para admirar el precioso edificio neoclásico como por dentro para contemplar una magnífica colección de obras de arte desde el Renacimiento hasta el Postimpresionismo. Además, es ideal para hacer un descanso y relajarnos del bullicio de esta ciudad.


Si queremos contemplar una de las mejores vistas de la ciudad debemos ir al Calton Hill. Yo aconsejo ir al  anochecer para ver la magnífica puesta de sol y luego, la ciudad iluminada. Además aquí podremos ver el Monumento Nacional, una especie de templo griego construido en homenaje a los caído en las guerras Napoleónicas, aunque nunca fue terminado.
A escasos metros está en monumento a Nelson por su victoria en la batalla de Trafalgar . Es fácil reconocerlo porque tiene forma de catalejo invertido. También podemos ver el antiguo observatorio astronómico.

Bajando de la colina Calton podemos pasar por el Cementerio de Old Calton. Este campo santo lo visité de noche en el tour que os he mencionado anteriormente. Los cementerios están abiertos las 24 horas del día. De nuevo nos contaron una cantidad de sucesos e historias del Edimburgo más sombrío. En este lugar encontramos panteones enjaulados completamente por gruesos barrotes, debido a que en el siglo XIX  abundaban los ladrones de cuerpos. En esta época la facultad de medicina empezó a cobrar mucha relevancia en el país y se pronto se vio necesitada de cadáveres para realizar prácticas de anatomía. Esto llevó a que mucha gente necesitada de dinero se llevara los

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cuerpos de los fallecidos de los cementerios para que la facultad se los comprara. Por su puesto, sólo se llevaban su cuerpo, dejando todas sus ropas y pertenencias en el ataúd, ya que si no estarían "robando" y eso, era ilegal. El caso más conocido fue el de un par de albañiles procedentes de Irlanda que estaban en paro. Burke y Hare fueron más allá, ya que no se dedicaron a robar cadáveres, sino que los "hacían". Iban a los pubs y hacían "amistad" con gente pobre y solitaria. Los invitaban a beber y luego les ofrecían un lugar donde pasar la noche. Cuando estaban dormidos los mataban asfixiándolos, mediante un método, que después se conocería como "Burke", en el que el cadáver
quedaba lo más "perfecto" posible. Las autoridades no tardaron mucho en descubrirlos y condenarlos por los 17 asesinatos que cometieron. Hare, se libró de la horca por colaborar y contar todo lo que hicieron, pero a Burke lo sentenciaron a muerte. Su piel fue arrancada y con ella se hicieron diversos objetos, entre ellos una cartera que puede verse en el museo Nacional de Escocia.
Uno de los lugares más inquietantes del cementerio es la tumba de David Alan, un pintor escocés que, al parecer, hizo su último cuadro desde el más allá. En la parte trasera de la lápida se puede ver una especie de cara "a lo grito de Munch". Algo de miedito da....
Justo detrás de está el panteón del filósofo David Hume. En la actualidad está cerrado ya que, por lo que nos contaron, también han habido fenómenos extraños.
También podemos ver el monumento a los escoceses que lucharon y murieron en la guerra de secesión con la estatua de Lincon (la única en la Gran Bretaña) y el obelisco dedicado a  los mártires de la política. Ambas construcciones son "faros de almas", es decir, construcciones que ayudan a los espíritus a regresar a su tierra.
Otro de los lugares que os recomiendo visitar es el Royal Yatch Britannia, el célebre barco que estuvo "al servicio de su majestad" durante 44 años. Para visitarlo tendremos que desplazarnos hasta el puerto de Leith (Ocean Terminal). Para entrar al barco hay que acceder por el centro comercial.
La entrada cuesta 12 libras (incluye audio-guía. A me mereció la pena, sobre todo por ver lo bien conservado que está todo. Apenas ha habido cambios o remodelaciones, te puedes imaginar perfectamente cómo sería la vida de la familia real dentro de este yate. Yo me quedo con los salones de recepciones, la confortable salita del té, la flamante sala de máquinas y el sencillo dormitorio de la reina.
Para llegar hasta aquí se puede ir con los autobuses 1, 11, 22, 34 y 35 hasta Ocean Terminal.
Otros lugares que merecen la pena ser visitados son:
- El Palacio de Holyrood, que es la residencia oficial de la reina en Escocia. Está situado al final de la Royal Mile. El precio de la entrada es de 11 libras.
- Iglesia Tolbooth. Es de estilo gótico y tiene una aguja de 74 metros la convierte en el edificio más alto de Edimburgo. Actualmente ya no se utiliza como iglesia, su interior se utiliza como lugar de información del festival de Edimburgo.
- El Parlamento Escocés. Cuyo edificio fue diseñado por un arquitecto español, Enric Millares.
- Museo Nacional de Escocia, en el que podremos conocer la historia Escocesa de una forma muy amena. Además de poder ver a la famosa oveja "Dolly" disecada. La entrada es gratuita.

- El hotel Balmoral. Este precioso hotel de principios del siglo XX es uno de los edificios más representativos del centro de la ciudad.
Curiosidades varias:
- Edimburgo fue la ciudad con más ejecuciones por brujería de toda Escocia. Entre los los siglos XVI y XVIII fueron asesinadas 300 "brujas". Toda mujer con un lunar, marca de nacimiento, pelo rojizo... ya era sospechosa de ser una bruja.
- Al igual que otras ciudades del Reino Unido, los bancos de los parques y jardines tienen "dueños" en los que ponen dedicatorias en homenaje o recuerdo a familiares o amigos fallecidos.
- Los gaiteros que tocan en la calle piden dinero siempre para fines benéficos o "charities".
- Antiguamente Edimburgo carecía de un sistema de alcantarillado por lo que la gente tenía que tirar sus necesidades por la ventana. Para evitar accidentes y ser mojados con tal desagradables líquidos, se estableció una ley por la cual a partir de las 22:00 ya podías evacuar por la ventana diciendo "Gardy-loo!" (¡agua va!). Eso sí, a más de uno que había bebido de más y salía un poco tarde del pub le solía caer algún excremento encima, es por ello que a los borrachos se les suele decir cariñosamente "Shit face".
- Según nos contaron, William Wallace no llevaba kilt (falda escocesa), ni se pintaba la cara de azul. Los que lo hacían eran los "Pictos", una antigua tribu escocesa.
- El cardo es la flor y el símbolo nacional de Escocia.
- En las escaleras de algunas ponían un peldaño doble contra los ladrones, ya que si el ladrón entraba en la oscuridad tropezaba con este escalón y los dueños lo podían escuchar y "ajusticiar" ellos mismos en la calle. Lo malo era cuando el que tropezaba era el propio dueño de la casa por llevar alguna copa de más...
- El bolsito que llevan los escoceses en el kilt lo utilizaban en la antigüedad para calentar sus partes nobles. En su interior colocaban piedras calientes que les daban calor y a la vez les protegían...

Para David :)
Si quieres leer mi ruta por Escocia pincha en el siguiente enlace:
http://lamaletitadelosviajes.blogspot.com.es/search/label/Escocia