Edimburgo, la ciudad de los muertos vivientes

Por Fat


**Texto y foto: Enrique Sancho
Es una de las ciudades más bellas y armoniosas de Europa, su construcción sobre siete colinas ofrece perspectivas admirables desde cualquier lugar, su calle principal, la llamada Milla Real, situada entre el palacio de Holyroodhouse y el Castillo, bordeada de iglesias y casas señoriales, resulta impresionante. Además es una ciudad verde con magníficos jardines y sus museos reúnen obras de Tiziano, Rembrandt y El Greco, de Monet, Turner y Van Gogh. Toda ella es Patrimonio de la Humanidad, pero los principales protagonistas turísticos en estos días son sus muertos y, en muchos casos, la terrorífica forma en que llegaron a serlo... y cómo aún se quejan de ello.
La capital de Escocia, Edimburgo, parece predestinada a las historias fantásticas. No muy lejos de ella se esconde desde hace casi 1.500 años, Nessie, para algunos el terrible monstruo del lago Ness y para otros un posible superviviente de los plesiosauros, de proporciones inimaginables, que ha hecho que miles de personas digan haber escuchado gemidos y gruñidos procedentes de estas aguas dulces. Y tampoco está lejos Rosslyn Chapel, la famosísima capilla protagonista del Código da Vinci de Dan Brown, que siempre ha estado rodeada de un halo de misterios, mitos y leyendas.En una ciudad así, tenía que nacer el mago Harry Potter; su autora J. K. Rowling no tenía más que mirar a su alrededor y apreciar la atmósfera, a veces sobrenatural y mística, para encontrar inspiración; de hecho, varios de sus libros los escribió en un café de Nicolson Street, cerca de Canongate, una de las calles que forman la Royal Mile.
-Personajes siniestros
Éste es un buen sitio para comenzar la visita de la ciudad de la mano de Skyscanner, de hecho buena parte de las excursiones a pie por el casco antiguo salen de aquí. La novedad, y no sólo de estos días vísperas de la conmemoración de los difuntos en todo el mundo, es que hay mayoría de recorridos acompañados por un guía siniestramente disfrazado, que las visitas comienzan al caer la tarde y tienen como objetivo las historias y los personajes truculentos que habitaron ¿y todavía habitan? esta ciudad. En cualquier momento del recorrido puede aparecer el espectro gaitero, el pianista invisible de Charlotte Square, el hombre de rostro lívido y sombrero rojo de Jamaica Street o la dama gris de Ann Street. Y desde que el Parlamento escocés se reúne en su nueva sede, en el ultramoderno edificio frente a la residencia de la reina en sus visitas a Edimburgo, el palacio de Holyrood, no hay que descartar la aparición de ciertos fenómenos, pues en sus dependencias se encuentra otro lugar encantado: Queensberry Lodge. En la época en que Queensberry Lodge era un hospital, no era raro ver a una mujer llorando sentada al pie de una cama. Enfrente, en el palacio, fue donde lord Darnley asesinó a David Rizzio, supuesto amante de su esposa, María Estuardo. Durante siglos, las manchas de sangre del suelo de su habitación, testimonio de la tragedia que se había desarrollado, se negaban a desaparecer a pesar de constantes esfuerzos por eliminarlas. Todavía hoy parecen surgir de vez en cuando.
Sin embargo, es al otro extremo de la Milla Real, en el castillo de Edimburgo donde hay más posibilidades de encontrarse frente a una aparición. Se dice que en este lugar, considerado el más fantasmagórico de la ciudad, habita un tamborilero sin cabeza, entre otros espectros. En 1650, la primera aparición de fantasmas fue nada menos que todo un ejército inglés invisible cuyos pasos acompasados y tambores podían oírse. La ciudad rebosa de anécdotas de autenticidad histórica que pueden helar la sangre. St Cuthbert´s y Cannongate Kirk, donde se alza una iglesia y un cementerio también en la Milla Real, eran los barrios favoritos de los profanadores de tumbas y fueron frecuentados por los señores Burke y Hare, por ejemplo, que proporcionaban cadáveres a los estudiantes de anatomía a principios del siglo XIX. La demanda, en efecto, nunca escaseaba. Pero mientras que otros se tomaban el trabajo de desenterrar los cuerpos del cementerio, Burke y Hare aplicaban un método más expeditivo, ya que estrangularon al menos a 16 clientes de su taberna. Sin olvidar a Deacon Brodie, respetable ebanista durante el día y ladrón y asesino sin escrúpulos de noche, ahorcado en 1788, cuya vida inspiró a Robert Louis Stevenson su novela El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Al parecer, el padre de Stevenson tenía muebles de Brodie. Hoy Deacon Brodie es uno de los pubs más populares en la Royal Mile.
Escalofríos a la carta Todos los «Ghost Tours» (recorridos fantasmagóricos guiados) permiten conocer celebridades del más allá. De este modo, es posible encontrarse frente a frente con el monje loco de Cowgate, con brujas gimientes, o incluso con salteadores o ladrones de caminos ejecutados siglos atrás... Si se es amante de las sensaciones fuertes, no hay que dejar de descender bajo las antiguas calles adoquinadas de Edimburgo, una visita que perdurará en la memoria. Sin duda la atracción turística más misteriosa y frecuentada es Mary King's Close o el callejón de Mary King, con base histórica, que ha creado un pequeño parque temático en torno a su tragedia e infinidad de recuerdos alegóricos, desde chocolates a muñecas. Este modesto barrio fue arrasado durante el siglo XVII por la temible peste bubónica; al parecer, las autoridades, por miedo a un contagio general de toda la población, adoptaron la tremenda decisión de tapiar la zona para impedir la salida de los enfermos, condenando así a toda la población, contagiada o no, a una muerte inexorable.
Pasado el tiempo, los muros y los edificios del barrio fueron derrumbados para construir nuevas viviendas. Sin embargo, pese a quedar enterrada bajo el suelo la amarga vivencia de sus habitantes, Mary King ha sido desde entonces protagonista de innumerables misterios, de apariciones de niños enfermos, de madres gritando en busca de sus hijos, de bebés llorando desgarradamente, de sombras extrañas... Un pasado cruel que para muchos todavía sigue vivo bajo la Royal Mile. Una médium japonesa acompañó hace pocos años a un equipo de televisión a rodar un reportaje a Mary King's Close. No conocía la tragedia que había tenido lugar en aquellas callejuelas. Al entrar en una de las habitaciones notó un ambiente perturbador y profundamente triste. Al salir sintió un tirón en el pantalón, volvió a la habitación y descubrió a una niña, vestida con harapos y muy pálida, sentada en un rincón. La niña le contó que había muerto en 1645, y que se encontraba muy triste porque había perdido su muñeca. El equipo de televisión le llevó una muñeca nueva. Desde entonces, juguetes de todo tipo, dejados allí por los visitantes, se amontonan en un rincón de la habitación. Y, desde luego, nadie está dispuesto a retirarlos.
Edinburgh Dungeon (la mazmorra de Edimburgo), que evoca los aspectos más negros de la historia de la ciudad, también es fuente de emociones fuertes. Por suerte, todas las historias de miedo se presentan siempre con abundantes dosis de humor para la que las sensaciones sobrecogedoras se disipen rápidamente. Para recuperar energías tras estas evocaciones trágicas, nada como acercarse a Witchery by the Castle, en el sótano del Scotch Whisky Heritage Centre a unos metros del Castillo de Edimburgo, donde se podrá degustar una comida diabólicamente deliciosa sin tener que abandonar este ambiente sobrenatural. Este restaurante era antaño un lugar destacado de la hechicería escocesa, y sus mesas y sillas provienen de diversas iglesias de la región.
Cómo ir: El buscador de vuelos Skyscanner, con una de sus herramientas más útiles, propone diversas combinaciones de vuelos directos desde España a Edimburgo, sin necesidad de especificar fecha. Por ejemplo, desde Barcelona operan Ryanair y Spanair a partir de 43 euros; desde Madrid lo hace easyJet desde 60 euros. También hay vuelos directos desde Fuerteventura, Málaga, Alicante, Lanzarote, Gran Canaria, Tenerife, Reus y Gerona con precios entre 65 y 144 euros.
Dónde dormir: Si no se quiere gastar mucho dinero, la mejor opción son los diversos hoteles Travelodge que hay en la ciudad, varios de ellos muy céntricos, con precios a partir de 25 euros la habitación. Especialmente recomendable es el Travelodge Edinburgh Central (33 St Mary's Street, a 50 metros de la Royal Mile), reservas desde España Tel.: 91 405 73 93, http://wmail1.terra.es/cp/ps/Mail/widgets/www.travelodge.es. Las habitaciones son amplias (con capacidad hasta cuatro personas), sencillas y limpias, tienen aire acondicionado/calefacción, mesa de trabajo, TV color, teléfono, baño completo y wi-fi. Este hotel ofrece además desayuno buffet y restaurante.