Editorial: Comparaciones odiosas

Publicado el 07 agosto 2011 por Ruta42 @ruta42
"El sol sale todos los días"Imagen de archivo de Ruta 42.
Dicen que las comparaciones suelen resultar un tanto odiosas pero en ocasiones es conveniente, a la vez que preciso, realizar un análisis claro y preciso acerca de diversas manifestaciones sociales que concentran un amplio número de participantes y mueven una gran masa social.
El pasado miércoles 3 de agosto y tras dos meses de indignación por parte de un movimiento 15-M del que se ha hablado a lo largo y ancho del mundo, en los cinco continentes, los últimos miembros del colectivo fueron desalojados del Paseo del Prado y de la Puerta del sol a eso de las 6.00 horas de la mañana.
Varios furgones de la Policía y los servicios de limpieza llegaron de forma simultánea al centro neurálgico de los defensores del cambio para desalojar a los manifestantes.Jóvenes y no tan jóvenes que han intentado provocar un cambio político y social necesario para un país que poco a poco se va a pique por la incompetencia de nuestras clases políticas.
Es de valorar el esfuerzo de este colectivo que ha buscado modificar las leyes que rigen la elección de los políticos que van a decidir el rumbo del país. ¿Y es que, por qué ha de valer más el voto a un partido que a otro? ¿Por qué políticos corruptos siguen al frente de presidencias autonómicas o provinciales? Estas han sido las preguntas que los indignados se han hecho tratando de defender los derechos de todos y cada uno de los ciudadanos a pesar de que se les ha puesto miles de trabas en forma de cargas policiales y vejaciones varias.
Comparaciones odiosas que casan perfectamente con la celebración en este mes de agosto  de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid . Entre 47 y 54 millones de euros costará a nuestro país la visita del papa Benedicto XVI a España, una cantidad desorbitada de dinero que podría emplearse para tapar otra serie de agujeros negros de dimensiones grotescas.Seguro que las autoridades públicas no van a incordiar en la celebración de una fiesta cristiana tan cara como sin sentido en un país eminentemente laico. En un país que necesita como el comer un cambio político como el que ha propugnado el Movimiento 15-M pero que no ha querido ser tenido en cuenta por nuestros políticos y que ha querido ser desarticulado por actuaciones policiales indefendibles.