Ayer, tras mucha precampaña por parte de los candidatos, el Comité Federal ha convocado oficialmente las primarias del PSOE. En principio concurren solo tres candidatos: La actual presidenta de Andalucía, Susana Diaz; el exsecretario general del PSOE, Pedro Sánchez y el expresidente del congreso y ex Lendakari, Patxi López. Sobre el papel los tres parecen buenas opciones, al menos por escrito, pero si conocemos a la persona detrás del cargo y sus actos, la cosa cambia. Pedro Sánchez. El exsecretario general sacado a empujones del cargo tras el convulso Comité Federal de octubre que muchos tildaron de golpe palaciego. Sus puntos flacos son: dos derrotas en electorales generales y responsable indirecto de otras dos derrotas regionales. Se trata de un candidato con muy poco calado ideológico y aún menos sentido de Estado. Es mal orador, el peor valorado en todos los debates realizados. Su postura un tanto ambigua con respecto a Podemos, lo que le hace sospechosos entre parte de la militancia y gran parte de los cuadros dirigentes del partido. No en vano fue el motivo que precipitó su caída.
Ayer, tras mucha precampaña por parte de los candidatos, el Comité Federal ha convocado oficialmente las primarias del PSOE. En principio concurren solo tres candidatos: La actual presidenta de Andalucía, Susana Diaz; el exsecretario general del PSOE, Pedro Sánchez y el expresidente del congreso y ex Lendakari, Patxi López. Sobre el papel los tres parecen buenas opciones, al menos por escrito, pero si conocemos a la persona detrás del cargo y sus actos, la cosa cambia. Pedro Sánchez. El exsecretario general sacado a empujones del cargo tras el convulso Comité Federal de octubre que muchos tildaron de golpe palaciego. Sus puntos flacos son: dos derrotas en electorales generales y responsable indirecto de otras dos derrotas regionales. Se trata de un candidato con muy poco calado ideológico y aún menos sentido de Estado. Es mal orador, el peor valorado en todos los debates realizados. Su postura un tanto ambigua con respecto a Podemos, lo que le hace sospechosos entre parte de la militancia y gran parte de los cuadros dirigentes del partido. No en vano fue el motivo que precipitó su caída.