La otra noche se le volvió a calentar la boca al gato Eduardo,
con ese celo que lo adorna como portador de valores eternos.
Calificó a las ministras socialistas de "desbragadas" con displicente
erudición , y trató de llevarse la razón al agua con el argumento
historicista de los "san culottes", aquellos populares protagonistas
de la Revolución Francesa.
Si no tienes ganas de levantarte para mirar el diccionario
enciclopédico, entra en la Wikipedia donde podrás leer:
"La expresión sans-culottes significa literalmente "sin calzones".
El término está relacionado con las modas y costumbres de la
época, el siglo XVIII, ya que los sectores sociales más acomodados
vestían con unas calzas cortas y ajustadas (los culottes), mientras
que muchos miembros del Tercer Estado llevaban pantalones largos."
Esperemos que en su próxima comparecencia para mostrar
arrepentimiento, compungido el ademán, en lugar del gorro frigio,
luzca sus propios gayumbos encajados en la cabeza.
No se puede pedir menos de un bragado caballero español.