Ayer, 13 de abril, falleció Eduardo Galeano, periodista y escritor uruguayo al que siempre recordaré por el “Libro de los abrazos” que me acompañó mucho tiempo en la mesilla de noche cuando sus relatos y grabados me ayudaban a pensar siempre un poco más allá. También le recordaremos por ‘Memoría del fuego’, “Las venas abiertas de América Latina” y otras muchas obras en su fructífera carrera. Cabe destacar además su compromiso político que proyectaba en sus frases, entrevistas y artículos donde nos demostraba que no tuvo miedo a vivir.
Como homenaje reproducimos algunas de frases de Eduardo Galeano que recordaremos siempre:
“Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.”
“Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen”
“Culto no es aquel que lee más libros. Culto es aquel que es capaz de escuchar al otro”.
“El automóvil, el televisor, el vídeo, la computadora personal, el teléfono celular y demás contraseñas de la felicidad máquinas nacidas para «ganar tiempo» o para «pasar el tiempo», se apoderan del tiempo.”
“El desarrollo desarrolla la desigualdad.”
“El racismo se justifica, como el machismo, por la herencia genética: los pobres no están jodidos por culpa de la historia, sino por obra de la biología. En la sangre llevan su destino y, para peor, los cromosomas de la inferioridad suelen mezclarse con las malas semillas del crimen. Cuando se acerca un pobre de piel oscura, el peligrosímetro enciende la luz roja, y suena la alarma.”
“En sus 10 mandamientos, Dios olvidó mencionar a la naturaleza. Entre las órdenes que nos envió desde el monte Sinaí, el Señor hubiera podido agregar, pongamos por caso: «Honrarás a la naturaleza de la que formas parte». Pero no se le ocurrió.”
“Hay un único lugar donde ayer y hoy se encuentran y se reconocen y se abrazan. Ese lugar es mañana”
“La realidad imita a la tele”
“No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.”
“Para mí, las únicas certezas dignas de fe son las que desayunan dudas cada mañana.”
“Para no ser mudos, hay que empezar por no ser sordos”.
“Si me caí, es porque estaba caminando. Y caminar vale la pena, aunque te caigas.””Si se prohíbe la industria de la droga, industria asesina, ¿por qué no se prohíbe la industria de armamentos, que es la más asesina de todas?”
“Sólo los tontos creen que el silencio es un vacío. No está vacío nunca. Y a veces la mejor manera de comunicarse es callando.”
“Son los árboles que dan frutos los que sufren las pedradas.”
“Los sueños se marchaban de viaje. Helena iba hasta la estación de ferrocarril. Desde el andén les decía adiós con un pañuelo”