'Educació i societat a Catalunya' de Pere Solà

Publicado el 08 marzo 2012 por Jgarciaf

SOLÀ, Pere: Educació i societat a Catalunya, Vic, Eumo Editorial, 2011, 367 pp.
En la obra que comentamos, Pere Solà i Gussinyer –catedrático de Historia de la Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona y reconocido especialista de los procesos educativos populares que se originaron durante la edad contemporánea así como de la figura y obra de Ferrer i Guàrdia o las escuelas racionalistas– nos convoca a recordar sinópticamente los acontecimientos más importantes en materia educativa de Cataluña acaecidos desde los siglos medievales hasta la actualidad. Tal como especifica nuestro autor en la introducción, los propósitos de esta obra son los siguientes: la historia de la educación ha de servir para entender nuestro presente y para tomar las decisiones más acertadas de cara el futuro (p. 7). Al mismo tiempo, cabe destacar que el presente trabajo, que si bien no agota el tema, se postula como una de las primeras síntesis de la historia de la Educación de Cataluña que tiene la voluntad de abarcar sus dos últimos milenios.
Desde un punto de vista estructural, podríamos decir que esta publicación consta de una pequeña introducción, de diferentes apartados (bibliografía, cronología y glosario) que se encuentran en sus últimas páginas y, como no, de ocho capítulos que plantean con  rigor los puntos clave para entender la evolución de la historia de la educación catalana y del resto de territorios de habla catalana,  ya que Pere Solà posee una visión territorial amplia y comparativa. En todo caso, es importante destacar que cada uno de los apartados de dicho libro aborda dos o más siglos del periodo que se estudia menos los tres últimos, que prestan atención exclusivamente al siglo XX. Por consiguiente, no cabe duda de que es una obra que nos ofrece una historia lineal y social de la educación catalana desde diferentes puntos de vista como pueden ser las propuestas educativas intencionales (formales) y las populares (no formales o informales).
De acuerdo con esta lógica, nuestro autor analiza, en primer lugar, los diferentes modelos culturales (latín-cristiano; griego-cristiano-bizantino; musulmán y judío) que surgieron durante los siglos medievales; después, presta toda la atención al ideal caballeresco medieval en la baja Edad Media (siglos XIII, XIV y XV) y, por último, se refiere a la irrupción del Renacimiento o el monopolio ideológico de la iglesia católica en casi todas las iniciativas educativas (siglos XVI y XVII). Sin duda, resulta evidente que el conjunto de estos tres epígrafes es uno de los méritos más significativos que radica en esta publicación. Es difícil hallar algún manual histórico-educativo que aborde –por ejemplo– los diferentes sistemas educativos que fundaron dichas culturas pero concretado al caso particular de Cataluña. En todo caso, nos congratulamos de esta primera parte porque enriquece y complementa a los ya clásicos compendios de Historia de la Educación española como son los del Ministerio de Educación y Ciencia (1979-1994), Alfonso Capitán (1991-1994), Buenaventura Delgado (1992-1994), Julio Ruiz Berrio (1996) y Olegario Negrín Fajardo (2006) que también abordan dicho objeto de estudio desde el medioevo.
En los capítulos que siguen de la obra que estamos reseñando, es el turno de la edad contemporánea: los siglos XVIII, XIX, las primeras décadas del siglo XX, el franquismo y, por último, recoge la educación a Cataluña desde el año 1970 hasta nuestros días. Como se puede comprobar, esta etapa histórica es la que ocupa más espacio en esta obra. Pensamos que es un hecho normal que este periodo histórico ocupe los últimos cinco capítulos del libro porque no podemos olvidar que la Pedagogía fue uno de los proyectos ilustrados más importantes de la Modernidad y por donde se intentó canalizar la regeneración política y construir una nueva sociedad. De igual modo, durante aquella época, Cataluña también vivió su renovación pedagógica que llevó al autor del libro que estamos reseñando a la siguiente conclusión: es la época de oro de la pedagogía catalana (p. 209).
Así pues, en el sexto capítulo, Pere Solà aprovecha para recordarnos que la renovación pedagógica catalana tuvo dos tradiciones bien dispares: la liberal y la obrerista. Respeto a la primera, menciona iniciativas públicas tan importantes como las del Ayuntamiento de Barcelona (Presupuesto Extraordinario de Cultura o la Comisión de Cultura del año 1907) o las de la Mancomunidad de Cataluña (1914-1925) y, también, algunas de carácter privado como las de la Escuela Horaciana (1905-1912) de Pau Vila o la Mutua Escolar Blanquerna (1923-1939) de Alexandre Galí. Por lo que se refiere a la tradición obrerista, nuestro autor, que le dedica más espacio, mantiene el esquema que expresó en el libro Educació i moviment llibertari a Catalunya 1901-1939 (pp. 222-297) pero, como dijimos anteriormente, le incorpora un nuevo elemento: los instrumentos populares de educación no intencionales (radios, películas, prensa, asociaciones). Por tanto, parafraseando a nuestro autor, podemos decir que la estrategia educacional del movimiento obrero catalán poseyó diferentes propuestas de educación no formal y las ya conocidas –de carácter formal– por todas aquellas personas interesadas en la Pedagogía libertaria o en las obras de nuestro autor: la Escuela Moderna (1901-1906) de Francisco Ferrer i Guàrdia, los Ateneos populares, las escuelas sindicales y el Comité/Consejo de la Escuela Nueva Unificada (1936-1939), que fue presidido por Juan Puig Elías. Sea como fuere, merece especial atención este capítulo porque ofrece otra manera de examinar un momento tan interesante en la historia de la educación catalana como el que tuvo lugar durante el primer tercio del siglo pasado. Teniendo en cuenta la mayoría de trabajos publicados recientemente sobre la historia de la educación en la Cataluña contemporánea, es muy posible que la idea que expresa nuestro autor cuando afirma que la versión catalana de la Escuela Nueva empieza con la Escuela Moderna de Ferrer i Guàrdia (p. 212) sea una buena prueba de ello.  
Es hora de concluir y de reconocer públicamente los méritos de una obra como la que nos ocupa ya que es una publicación histórico-educativa conveniente e ineludible porque explica de una manera sintética todos los acontecimientos relevantes en materia educativa producidos en los dos últimos milenios y, asimismo, presenta y contextualiza bastantes pedagogos, educadores o maestros de Cataluña y el resto de territorios catalanohablantes. Entre otros, cabe destacar que desfilan autores como el abate Oliva, Juan Luis Vives, José de Calasanz, Baldiri Reixac, Josep Anselm Clavé, Franciso Ferrer i Guàrdia, Joan Bardina, Alexandre Galí... Aunque la nómina es larga y posiblemente podría ser mayor, podemos decir que dicha publicación, que es de lectura ágil y clarificadora, aporta numerosas informaciones que resultarán de gran utilidad para todas aquellas personas que deseen conocer la historia de la educación en Cataluña desde una perspectiva libertaria. Por consiguiente, sólo nos queda felicitar al autor y agradecer su esfuerzo que deseamos que encuentre la acogida que se merece. 
Historia de la Educación. Revista interuniversitaria. Salamanca, Ediciones Universidad Salamanca, pp. 397-399.