Pero ¿hasta que punto estamos preparados para el cambio? ¿Llenar nuestras aulas de gadgets es digitalizar la educación o no deja de ser propaganda política para encubrir otras carencias? ¿Estamos preparando a jóvenes y niños para la sociedad que se les avecina? Evidentemente no. No hay ningún plan serio que eduque para este cambio social que ya esta en marcha, y del que hemos comenzado a vislumbrar sus primeros.
Creemos y damos por válido que por pasar horas en Tuenti nuestros jóvenes dominan las posibilidades de la red, cuando en realidad no es más que otra forma de adormecimiento. Dime de qué presumes y te diré de que careces, dice el refranero, y en cierta manera, la inundación de las aulas con aparatos electrónicos, sin un objetivo de uso claro, se queda en agua de borrajas, en un quiero y no puedo. En palabras de Bordieu, pura reproducción del sistema. alfonsovazquez.comciberantropólogo