Educación sexual con valores

Por Alchavida
En España, el radicalismo intolerante se extiende por momentos. Ahora, la Federación Española de Sociedades de Sexología pretende que la enseñanza en materia afectivo-sexual esté despojada de toda visión valorativa o moral. Viene a considerar que el hombre es un metazoo más o menos evolucionado de la escala biológica y restringe la educación a puro biologicismo.
Esto no es del todo nuevo. Un popular libro estadounidense para niños de diez años contiene páginas con dibujos de personajes desnudos manteniendo relaciones sexuales. Un plan de estudios recientemente publicado por la UNESCO promueve la masturbación para niños de tan sólo cinco años. Mientras tanto, organismos de la ONU y grupos militantes internacionales condenan frecuentemente los programas basados en la abstinencia sexual.
En medio de este caos, una agrupación brinda esperanza. La Alianza para la Familia ofrece un plan de educación sexual integral basada exclusivamente en la abstinencia, en el contexto de un amplio programa de desarrollo de la personalidad.  Algunos observadores internacionales, entre ellos USAID, se han hecho eco de esta iniciativa.

El Programa, denominado Aprendiendo a querer, abarca doce años de duración. Está basado en una historia que enseña a los niños y a los adolescentes acerca del amor, del sexo y del matrimonio en un contexto que promueve valores tales como la lealtad, la honradez, el respeto por sí mismo y la responsabilidad personal. Es un plan intensivo, adaptable y en crecimiento. Hasta el momento, alcanza a más de 270.000 alumnos en once países. El gobierno chileno recientemente lo recomendó a sus escuelas públicas. Actualmente, se quiere extender a varios paises africanos.
En palabras de Cristina Burelli, Directora de Alianza para la Familia, "Aprendiendo a querer incorpora, en los últimos cinco años del currículo, un componente de educación sexual basado exclusivamente en la abstinencia. El problema de algunos planes de estudios basados en la abstinencia radica en que se centran sólo en el tema del sexo y olvidan que es cuestión de formar hombres y mujeres jóvenes de carácter. Cuando se abrazan estos valores, la abstinencia tiene sentido»