Nota de opinón de la Doctora Karina para la Revista Educativa El Arcón de Clio
El año pasado fui convocada por la escuela de mis hijos, en caracter de medica pediatra, para dar algunos talleres a alumnos de la secundaria de segundo y tercer año sobre educación sexual integral en el marco del proyecto institucional “Capaces de amar”.
Para el segundo encuentro les había preparado el taller sobre “Autonomía”, y ni bien termino de escribir en el pizarrón el título una alumna pregunta :
”¿Y que tiene que ver esto con Educacion sexual?”, con todo el enfasis y tono de adolescente desafiante. Esto vino bárbaro para refrescar lo que habíamos charlado y trabajado durante el taller anterior sobre que es la sexualidad, y el concepto de autonomía estaba incluido en ese marco.
La sexualidad no se limita solo a la genitalidad o biología de una persona, va más allá, involucra el desarrollo y cuidado físico, afectivo, espiritual y sociocultural que son vitales para la formación integral de una persona.
Y ahí es donde los padres tenemos la responsabilidad de poder llevar adelante semejante hazaña, tratando de hacerlo sin tabues, sin miedos, educando en valores no solo a traves de palabras sino con hechos, con nuestro hacer cotidiano. Y sobre todo con todo el amor que sentimos por nuestros hijos, para que puedan tener un referente no solo confiable sino tambien incondicional.
De esta forma podríamos ir logrando una de las metas más nobles que nos planteamos como padres, que es el desarrollo pleno de los hijos, siendo sus principales educadores. Y teniendo plena conciencia que esto les dejara una profunda huella en su personalidad.
Es en este recorrido que tambien se presenta a la Escuela como formadores y acompañantes de los padres en esta tarea de la Educacion sexual integral.
En octubre del año 2006 se sanciona y promulga la ley 26150 llamada Programa Nacional de Educación sexual integral, más conocida por sus siglas ESI.
En ella se enumeran 11 artículos entre los cuales quiero destacar el art 1°: Todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal. A los efectos de esta ley, entiéndase como educación sexual integral la que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos.
La realidad es que según informes solo 9 de 24 jurisdicciones se habrian adherido a la ley a pesar de que lleva casi mas de 12 años de haber sido promulgada.
En septiembre del 2018 se presentó un proyecto que tiene media sanción en Cámara de Diputados que modificara algunos artículos de la ESI si logra tener sancion completa.
El eje del proyecto declara “de orden público” la ley de ESI, sancionada en octubre de 2006, lo que implica que todas las provincias deberán impartir los contenidos curriculares de la ESI en las instituciones educativas, sean privadas o públicas.
Asimismo, el proyecto elimina la posibilidad de que los establecimientos educativos adapten la ESI a “su ideario institucional y a las convicciones desus miembro, por supuesto que la gran mayoria de padres desconocen esto y de ser aprobados las modificaciones a la ley quizas nos veriamos en una disyuntiva de lo que el Estado quiere impartir en la Educación sexual Integral y de lo que queremos los padres para nuestros hijos.
Como en muchos otros temas falta una buena comunicación de la informacion y de lo que realmente piensan aquellos que llevan adelante politicas publicas en Educación.