Esto post es sólo un documento de trabajo, un borrador, una lluvia de ideas desordenada, una pelota lanzada al aire para el que la quiera recoger.
Empiezo, pues, sin más preámbulos:
Sería un error que los educadores sociales nos ocupáramos sólo de los peligros que comportan las redes sociales (que los hay, como los hay en cualquier esquina de cualquier sitio) y no en sus posibilidades sociales y educativas.
2. Podemos establecer dos usos bien diferenciados del web 2.0. El que se refiere a la relación de los profesionales con los usuarios del servicio, sean estos los de unos servicios sociales de atención primaria, los menores de un centro residencial, etc. y el que se refiere a la organización del servicio (un centro de servicios sociales, una organización del tercer sector, un equipo de educadores de un centro residencial). Creo que esta selección nos puede ayudar a decidir por dónde queremos y/o podemos avanzar.
4. Cosas que ya se pueden hacer. En la relación profesional-usuario y concretamente en el espacio de la entrevista cada vez son más los ciudadanos y no los profesionales los que ponen el tema de las redes sociales encima de la mesa. A veces como problema, a veces como pura anécdota. No podremos estar obviando el tema eternamente.
-De la misma forma que asesoramos a los padres en otros aspectos, tenemos que empezar a pensar y construir discurso al respecto. Creo que en estos temas es importante actuar con prudencia pero no con miedo. Los padres tienen la posibilidad de tener más información de sus hijos que antes y tendremos que buscar juntos las respuestas. -Los jóvenes, otro terreno a explorar. Por de pronto tenemos un montón de nuevas y fascinantes herramientas que podemos transformar en pedagógicas. El smartphone entre ellas. -Los proyectos de desarrollo cultural comunitario, artísticos, los grupos de personas por intereses, los proyectos culturales de barrio, etc. tienen en el 2.0 su gran oportunidad. El ¿a quién se lo dijiste? del profesor A.Varea, tiene hoy una respuesta espectacular: hasta el proyecto más pequeño y modesto puede tener cientos de espectadores-participantes en la red.
7. En cuanto a las organizaciones es sólo cuestión de tiempo que también los servicios sociales públicos acaben entrando en las redes sociales. Más por necesidad que por moda. No me extenderé en este punto, donde hay experiencias para dar y elegir tanto en la empresa privada como la pública. Se trata de saber qué aporta estar en la red y qué significa no estar, y vencer las resistencias.
Hay un tema que a mí me interesa especialmente, mucho más en todo caso que lo que las redes sociales pueden ofrecer en imagen corporativa y difusión del "producto" servicios sociales. Es la posibilidad de compartir y crear conocimiento por parte de los trabajadores sociales, educadores, psicólogos, trabajadores familiares, etc. de unos servicios sociales, tanto hacía dentro, como hacía fuera.
Hacía dentro porque determinados entornos virtuales facilitan y promueven la comunicación interna de una organización (sumando también a profesionales, administrativos, informáticos, etc. que suelen estar al margen).
Hacía fuera porque permite, mediante un blog, un foro en linkedin, un grupo en facebook, o un canal de youtube, por ejemplo, la difusión y el enriquecimiento de nuestros proyectos. Abre la posibilidad de trabajar propuestas con otro tipo de profesionales tradicionalmente ajenos a servicios sociales: gestores culturales, cineastas, músicos, pintores lo que permite que los proyectos salgan de la marginalidad en la que nosotros mismos los colocamos en ocasiones. Desde el 2.0 que lo de trabajar sólo se está poniendo muy difícil.
Continuará.....http://factorialossanchez.blogspot.com