Marchando una de peque-ocurrencias. El Chiquinini cada día me sorprende y ayer casi me deja en evidencia...
Nos encontramos con una vecina de sus abuelos, que le preguntó qué tal, dónde iba, etc. Lo justo para ser agradable, la verdad, no se puede decir que se pusiera pesada ni fuera de lugar. Cuando se fue le dijimos adiós, y al momento me dice el Chiquinini:
-Le he dicho adiós.-Muy bien.-Le he dicho adiós porque si no se quedaba aquí.