"Educamos con el Corazón". Entrevista a José María Toro en DiariodeAvisos.com. Tenerife

Por Josemariatoro @josemariatoro

José María Toro: “Educamos con el corazón”

Publicada en DiariodeAvisos.com.  Por Domingo J. Jorge · 19 marzo, 2016

José María Toro es maestro de Educación Primaria y en los últimos años ha consagrado su servicio a la vida a través de una ingente y extensa labor educativa por toda España y América. En este periplo, ha recalado en Tenerife unos días para desarrollar unas jornadas sobre Educación Emocional en el Colegio Virgen del Mar, un centro que abogó por lo emocional hace ahora seis años. El equipo de profesores de este colegio santacrucero, desde preinfantil hasta bachillerato, ha tenido la oportunidad de participar en dos sesiones en las que Toro ha demostrado que “se puede educar con el Corazón”, como el señala él mismo, con el “Co-razón”. 
-¿Se puede educar desde el Corazón hoy en el siglo XXI?
Lo emocional siempre ha ocupado un lugar en la Educación, de eso no cabe la menor duda, porque es el cuerpo y el corazón de los niños nuestro motivo de ser. Quiero decir que las emociones siempre han estado presentes en la escuela en el emocionar de los niños y de los maestros. Otra cosa es que en la escuela se haya hecho explícita la necesidad de ese abordaje de las emociones, una dimensión que hasta ahora formaba parte de lo que se conoce currículum oculto, de lo que, en cierto modo, constituye el subsuelo de la educación. Educar hoy en el siglo XXI desde el corazón significa plantear una educación que permita que el niño pueda volver a conectar, a sentir, a experienciar, en un contexto de grupo, las emociones que yo llamo ‘Emociones con mayúsculas’, esas que realmente nos hace humanos: la sensibilidad, la ternura, la capacidad de sentir y ver al otro en lo profundo, una alegría serena, la paz, el sosiego, etcétera. En este sentido, la Educación Emocional desde el corazón se basa no tanto en hacer tareas, actividades o fichas sobre las emociones, como en que los niños puedan de una manera consciente contactar y sentir dichas emociones y saber que ellos pueden regular cómo están internamente a través de una experiencia de interioridad. Se trata de una experiencia donde llevan su conciencia al Corazón y liberan lo que tienen dentro”.
-¿Con lo emocional se puede también aportar a que el maestro recupere su valor como maestro?
“Cierto, si el maestro logra a través de la Educación Emocional el que un niño toque lo mejor de sí mismo, de alguna manera eso también favorece y permite el que el maestro vuelva a reconectar con ese alumno que puede tener una situación negativa ya que en las experiencias del corazón el maestro va a poder volver a conectar con lo mejor de su alumno. Después de un tiempo trabajando en este campo, he ido observando que las maestras y maestros, los profesores que siguen estas dinámicas emocionales han ido hallando en ellas una ocasión y posibilidad para retomar y reavivar su vocación. La Educación Emocional nos ayuda a encontrarnos con el ser humano que tenemos delante, no tanto como alumno, sino como persona. Cuando uno se hace maestro, lo hace para lograr entregarse a la persona, a los niños y jóvenes que tiene delante. Con la Educación Emocional nos reencontramos con esto que en algunos casos habíamos olvidado. Esta vivencia de lo emocional, nosotros, los que ahora somos maestros, no la tuvimos ni vivimos cuando fuimos alumnos en nuestra escuela. A nosotros no se nos educaba en lo emocional. Ni siquiera cuando realizamos nuestros estudios de Magisterio nadie nos dijo que existían las emociones como ámbito pedagógico, ni se suponía si quiera que esto era competencia del maestro. Nosotros hoy contamos con la oportunidad de educar en las emociones y esto no sólo aporta cosas beneficiosas al niño, sino al propio maestro o profesor. Hoy la escuela tiene que educar en emociones y valores, no cabe la menor duda. Hemos de educar en la faceta de lo emocional, algo que hasta hace unos años solo se hacía en la familia”.  -¿Entonces el maestro del Corazón busca la felicidad?
“Vamos más allá. En lo emocional, un maestro del Corazón no busca la felicidad, sino que sale a encontrarla. El que busca, busca un poco sin saber dónde se encuentra lo que busca. En cambio el maestro del corazón sabe en qué lugar está. No somos buscadores, somos “encontradores”, cuando ya sabemos, por propia experiencia, que dentro de nosotros mismos, en el Corazón, en el nuestro y en el de los niños, está eso que estamos buscando”.
-¿La Educación Emocional ya está en un estado pleno o solo en un primer paso?
“Lo emocional está desarrollando sus primeros pasos. Esto va a ser algo mucho más profundo y de más largo alcance ya que la escuela se hará cargo de esa dimensión del niño como profundidad e incorporará como un ámbito fundamental de su competencia y actuación la dimensión de la interioridad del alumno. Se trata de llegar en diferentes pasos a la pedagogía de la interioridad, porque lo que queremos educar del niño, lo que estamos buscando, ya lo tiene, lo tiene en su interior, en su Corazón. Podíamos decir que ahora mismo estamos, en lo que a la Educación Emocional se refiere, solo en los prolegómenos. No basta con dedicarnos a calmar superficialmente a los niños porque ahora nos encontremos con muchos de ellos distraídos, nerviosos y con dificultades de aprendizaje o de relación. De lo que se trata es de liberar lo profundo del niño. Por ello, siento que sólo estamos ahora en un primer paso y aún hay que seguir avanzando hasta llegar a una educación plena desde lo emocional”.
-Usted emplea la distensión de la lengua. ¿En qué consiste esa educación desde la lengua, dentro de lo emocional?
“Es una aportación sorprendente y muy poco conocida, que radica en nuestra lengua, en nuestro músculo bucal. La lengua es uno de los órganos del cuerpo con mayor representatividad en el cerebro. Hay una conexión directa y muy estrecha del músculo de la lengua con todo el sistema neuromuscular y nervioso del niño. Esto significa que un niño que está tenso, tiene su lengua tensa. Lo que quiere decir que si yo soy capaz de distender, de soltar la tensión de su lengua, todo el sistema muscular y nervioso del niño se distiende también. Pero no se trata de relajar a los niños, sino de que los alumnos estén en el tono justo para cada momento o tarea que necesitan realizar. Por lo tanto, puedo afirmar, después de más de 30 años de experiencia al respecto, que la lengua es una gran herramienta para la distensión de los niños y está llamada a ser un recurso fundamental para la acción pedagógica de un maestro, y no sólo en el ámbito de lo emocional”.
-¿Canarias dónde está en cuanto a la educación emocional?
“Canarias es actualmente la única Comunidad Autónoma del Estado que cuenta con una asignatura, con un currículum y un horario específicamente dedicados a la Educación Emocional. Por ello, Canarias está siendo un referente y es ahora mismo la punta de lanza de una apuesta que espero se vaya extendiendo a otros territorios nacionales. La experiencia que tenemos ahora mismo de los niños canarios que están viviendo esta nueva asignatura, nos lleva a reafirmar que lo emocional es un aporte importantísimo para el alumno y para la escuela. Algo que he podido experimentar y comprobar estos días con el trabajo que llevan a cabo en el Colegio Virgen del Mar de Santa Cruz de Tenerife.
Lo emocional, las Emociones que nos hacen realmente humanos, son un tesoro que vamos a seguir encontrando cada vez que acompañemos a los niños y jóvenes a ese espacio insondable, misterioso, maravilloso y mágico que es su Corazón”.
JOSÉ MARÍA TORO. Maestro. Escritor. Formador y conferenciante.
Autor, entre otros, de "Educar con Co-razón" (16ª ed.), "La Sabiduría de Vivir" (3ª ed.), "Descanser. Descansar para Ser" (3ª ed.)  y "Mi alegría sobre el puente. Mirando la vida con los ojos del corazón" (2015) publicados por la Editorial Desclée de Brouwer.
Coautor de: MAESTROS DEL CORAZON. Hacia una Pedagogía de la Interioridad. 

Ed. Walters Kluwer.
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