Dice la mitología griega clásica que Mentor fue un fiel amigo de Ulises, a quien éste encargó la educación de su hijo Telémaco cuando el guerrero partió hacia Troya. De ese nombre viene la definición del “mentor”, como aquel consejero sabio y experimentado que forma e instruye a una persona en su camino. Ciertamente beber de las fuentes de la mitología clásica siempre le aportan a uno conocimiento, sabiduría y sobretodo lecciones de enorme aplicación a la vida real.
Fijémonos en el mundo empresarial en el que nos movemos: cuánta información desaprovechada, cuánta sabiduría acumulada desperdiciada en múltiples rincones de la organización, cuántos cerebros pasando desapercibidos de manera y forma quasi indecente. Todo ello por no disponer ni contemplar un Programa de Mentoring en las empresas, como parte imprescindible de la Estrategia y especialmente de la Estrategia de RRHH. Creo firmemente que ésta asignatura pendiente de la mayoría de organizaciones, debería formar parte de cualquier plan estratégico en el tiempo. A veces, las soluciones más cercanas, son las más fáciles de obtener y las más difíciles de implementar.
Enumerar las virtudes del mismo pienso que no es motivo de ésta reflexión porque cualquiera de nosotros será capaz de encontrar multitud de ellas, pero si me tuviera que quedar con una de ellas, sería la que va inherente al propio sentido de cualquier compañía, su perdurabilidad en el tiempo. La misma que hace que las civilizaciones a través de sus generaciones, evolucionen y aprendan de abuelos a nietos. La misma que inteligentemente la Grecia clásica nos pone delante nuestro a través de la “Odisea”. Alberto Trallero - Optima Management