Roberta Jacobson, secretaria adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, lo dejó claro cuando testificó hoy ante el Comité de Asuntos de Exteriores de la Cámara de Representantes, un día después de hacerlo ante el subcomité para Asuntos del Hemisferio Occidental del Senado.
“El asunto de Guantánamo no está sobre la mesa en estas conversaciones”, dijo Jacobson, responsable de las negociaciones con las autoridades cubanas para el restablecimiento de las relaciones bilaterales ente Washington y La Habana, rotas desde 1961.
“Quiero ser clara que de lo que estamos hablando ahora es de restablecer relaciones diplomáticas. Este es sólo un primer paso para la normalización”, añadió Jacobson.
La máxima responsable del gobierno estadounidense para América Latina aseguró que aunque Cuba lo haya pedido, el gobierno estadounidense “no está interesado en discutir esta cuestión”.
Washington tampoco tiene ninguna intención de cerrar Radio y TV Martí, que emiten en español desde Miami a la isla y están financiadas con dinero público por el gobierno estaodunidense con el objetivo de "promover una sociedad abierta y plural en Cuba".
“El gobierno cubano siempre ha planteado la cuestión de Radio y TV Martí en los diálogos migratorios. Y lo han vuelto a hacer en las diálogos para la normalización”, que tuvieron lugar en enero en La Habana, explicó Jacobson, quien aseguró que no van a cerrarlos.
Radio Martí, fundada en 1983 por el presidente republicano Ronald Reagan, y TV Martí, creada en 1990, han costado 770 millones de dólares a los contribuyentes estadounidenses en los últimos 30 años y este año les costará 27 millones de dólares más, según la congresista demócrata Betty McCollum, que a finales de enero presentó un proyecto de ley en la Cámara de Representantes para cerrar estos dos medios.
En la III cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Costa Rica, Raúl Castro exigió a finales de enero el fin del embargo (bloqueo), una compensación justa por los daños humanos y económicos, el cierre de las emisiones de radio y televisión Martí y la devolución del territorio de Guantánamo.
El presidente Barack Obama ha prometido en varios ocasiones que antes de abandonar la Casa Blanca en enero de 2017 cerrará el centro de detención de Guantánamo, creado por el presidente George W. Bush para detener a los prisioneros sospechosos detenidos en la guerra de Afganistán y sospechosos de pertenecer a Al Qaeda.
Sin embargo, Washington no tiene ninguna intención de entregar el territorio en el que se encuentra la base naval de Guantámamo si finalmente Obama logra cerrar la prisión.
La base naval de Guantánamo se encuentra en el sureste de la isla. Cuba considera que es un territorio ocupado, pero Estados Unidos se niega a entregarlo, argumentando que tiene firmado un contrato de arrendamiento perpetuo de dicho territorio, en virtud del Tratado cubano-estadounidense de 1903.
Washington manda cada año a La Habana un cheque de 4.085 dólares para pagar el alquiler anual simbólico del territorio, que el gobierno cubano se niega a cobrar.