El Departamento de Estado criticó el martes la convocatoria del régimen de Nicolás Maduro a una Asamblea Nacional Constituyente, describiéndola como una burda maniobra para evitar las elecciones, y dejó entrever que Washington podría aplicar nuevas sanciones individuales contra el chavismo.
Michael Fitzpatrick, subsecretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, también explicó que aun no ha terminado el proceso de congelar activos pertenecientes al vicepresidente de Venezuela Tareck El Aissami, quien fue declarado en enero como un importante actor en las operaciones de narcotráfico.
Aunque admitió no tener una cantidad exacta, Fitzpatrick dijo que son cientos de millones de dólares los que le han sido congelados en el sistema financiero de Estados Unidos a El Aissami y a su testaferro, Samark López Bello.
Pero el funcionario, quien emitió sus declaraciones en una teleconferencia con periodistas, dijo que el anuncio formulado el lunes por la noche por Maduro podría conducir a la aplicación de nuevas sanciones.
"Hay otros ejemplos [de ese tipo de medidas] que son posibles, que no puedo anunciar en este momento, pero vamos a estar hablando con otros países en la región sobre la aplicación de sanciones coordinadas en la extensión posible", dio Fitzpatrick.
"Las acciones que fueron tomadas ayer (el lunes) bien podrían darnos nuevas razones para considerar sanciones individuales adicionales bajo la ley Ley de Libertad Venezolana y Protección Democrática", advirtió.
Acorralado por el creciente descontento social, Maduro anunció en la noche del lunes que pretendía convocar una Asamblea Nacional Constituyente para refundar a la nación y defender a su revolución de lo que llamó un golpe de Estado.
Pero bajo los pocos detalles que brindó Maduro en su anuncio, los integrantes de esa agrupación no van a ser escogidos a través de elecciones libres y abiertas, dijo Fitzpatrick.
"Maduro anunció que iba a escoger personas de distintos sindicatos y organizaciones comunales. En base a las indicaciones iniciales, esto no parece ser un intento genuino de alcanzar la reconciliación nacional, que es lo que Venezuela necesita en este momento. [...] sino avanzar a una selección de personas escogidas a dedo para que participen en esta Asamblea Constitucional", explicó el diplomático.
Según la óptica del gobierno estadounidense, Maduro lanzó esta medida en un intentó por evitar que la población venezolana se pronuncie en las urnas tras suspender las elecciones regionales que debieron ser realizadas en el 2016 y las municipales que deben ser realizadas este año.
"Así que vemos esto como un retroceso", insistió.