Hoy, 22 de Septiembre de 2011, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, ha puesto las cartas sobre la mesa en la Asamblea celebrada por la ONU. En su discurso han sido cuestionados y criticados una serie de aspectos que ponen en evidencia al mundo occidental y a sus temas más sensibles. Ante este ejercicio de libertad de expresión del presidente iraní, unos humillados representantes occidentales deciden abandonar la asamblea haciendo gala de una actitud totalitaria y de falta de democrática. Un acto de una irrespetuosidad y soberbia indecente y descarada, propia de un fascismo elocuente. Es de las pocas veces que un líder político es realmente el representante de un pueblo. Y no sólo del pueblo de oriente medio, sino el representante de gran parte del pueblo occidental.
Discurso de Ahmadineyad (22/09/2011 min. 26:00)
Fuente: página oficial de las Naciones Unidas
El artículo de a continuación está recogido de lainformación.com. Su reproducción es íntegra, redactado por Europa Press.
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, ha vuelto a levantar polémica en Naciones Unidas con un discurso en la Asamblea General en el que ha cargado contra Estados Unidos e Israel y en el que ha cuestionado tanto el Holocausto como el 11-S. Las delegaciones de Estados Unidos y varios países europeos han abandonado la sala en señal de protesta.
Ahmadineyad inició su discurso hablando de cooperación y recordando las necesidades humanitarias internacionales, si bien durante la primera parte de su alocución ya comenzó a advertir de que "la mayoría de los países del mundo no están contentos con las actual situación internacional".
Acto seguido, empezó a lanzar preguntas al aire en las que planteaba, entre otras cuestiones, quién causó las guerras mundiales, quién "impuso y apoyó durante décadas dictaduras militares y regímenes totalitarios" en Asia, África y América Latina, o quién "uso bombas nucleares contra pueblos indefensos". "¿Quién usó los misteriosos incidentes del 11 de septiembre como un pretexto para atacar Afganistán e Irak y matar, herir y desplazar a millones de personas en dos países con el objetivo último de dominar Oriente Próximo y sus recursos petroleros?", preguntó Ahmadineyad, en la fase de su discurso en la que comenzaron a salirse las delegaciones de otros países, como ya ocurriese en ocasiones anteriores.
Ahmadineyad, que lamentó que otros países no soportaban las críticas, reprobó la actitud de las potencias "arrogantes" que se erigen como "las únicas defensoras de la libertad, la democracia, los Derechos Humanos, mientras atacan y ocupan militarmente otros países".
En este tono de reproche, también denunció que algunos países europeos siguen utilizando el Holocausto, seis décadas después, como "excusa" para sus políticas hacia Israel. Según Ahmadineyad, Estados Unidos y sus aliados "ven el sionismo como una ideología sagrada" mientras "aprueban y permiten sacrilegios e insultos contra otras creencias y religiones". "Utilizan su red de medios imperialista para amenazar a quien cuestione el Holocausto y los hechos del 11 de septiembre con sanciones y acciones militares", dijo a continuación.
El mandatario iraní también criticó la actual composición del Consejo de Seguridad, que considera "injusta y desigual", y reivindicó una "reestructuración" de la ONU. Ahmadineyad recordó que esta organización fue creada para lograr una "participación efectiva" de todos los países en "los procesos de toma de decisiones internacionales".
Simbólica salida de EEUU y la UE
Varias delegaciones internacionales decidieron irse en pleno discurso de Ahmadineyad, al que terminó aplaudiendo una Asamblea General con decenas de sillas vacías.
El portavoz de la representación norteamericana en la ONU, Mark Kornblau, ha condenado en un comunicado las declaraciones del presidente de Irán, que "tenía una oportunidad de afrontar las aspiraciones de liberad y dignidad de su propio pueblo" pero volvió a hacer uso de "detestables comentarios antisemitas y despreciables teorías de la conspiración".
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha reprochado que sea precisamente el Gobierno de Irán, con los "horribles abusos" que comete contra sus ciudadanos, quien se atreva a atacar la política de Estados Unidos, según declaraciones recogidas por Reuters y pronunciadas a bordo del Air Force One que traslada al presidente, Barack Obama, a Ohio.
Por su parte, la delegación francesa, una de las que decidió abandonar la Asamblea General, también respondió a las palabras de Ahmadineyad con un mensaje en Twitter en el que las tachó de "inaceptables".