Efectos de la música en el cuerpo humano

Publicado el 15 julio 2016 por Musicnexo

¿Nunca has sentido cómo tu ánimo cambiaba por momentos mientras escuchabas una canción concreta? ¿o has notado cómo recibías una nueva dosis de energía para terminar ese ejercicio físico que tanto te cuesta? Es la magia de la música. Lo creas o no, detrás de estas sensaciones se encuentra una multitud de reacciones físicas que explican los efectos de la música en el cuerpo humano. Hoy, te vamos a explicar algunas de ellas… ¡acompáñanos en este apasionante viaje por la ciencia!

Efectos de la música en nuestro cerebro

Los miles de estudios llevados a cabo avalan esta afirmación: la música mejora nuestras capacidades cognitivas. Bien cuando escuchamos una canción o bien cuando tocamos un instrumento, nuestro sistema genera conexiones neuronales que afectan a casi todas las regiones del cerebro -ésas que controlan las funciones motrices, lingüísticas, cognitivas, emocionales o incluso sociales-; activándolas y estimulándolas. De ahí que, hoy en día, se haya generalizado el uso de la ‘musicoterapia’ para el tratamiento en pacientes con trastornos como Parkinson, demencia o autismo.

Pero los efectos de la música en nuestro cerebro no se quedan ahí: también provoca actividad en las franjas del cerebro que afectan a nuestra creatividad, nuestra capacidad de aprendizaje, nuestra percepción del dolor… Sin duda, ¡la música activa nuestro cerebro más que cualquier otro estímulo humano!

Una buena dosis de motivación

Los efectos de la música en el cuerpo también son cuestión de química y tienen nombre propio: ¡dopamina! Es habitual que, cuando escuchamos una canción, los estímulos neurológicos que acabamos de mencionar generan respuestas fisiológicas como la liberación de esta hormona, conocida como ‘la hormona del placer’, que tiene múltiples beneficios: regula el sueño, el humor, la memoria, la atención… Sin duda, su nombre es bien merecido: ¡es el centro del placer y la motivación!

Además, dependiendo del tipo de música que estemos escuchando, el cerebro también puede liberar otros neurotransmisores. Por ejemplo, la música clásica que, según algunos estudios, provoca la generación de serotonina, una sustancia química que provoca relajación y calma los niveles de estrés y ansiedad.

El ritmo cardíaco: pulso… ¡y música!

¿Sabías que, cuando escuchamos música, nuestras ondas cerebrales cambian para adaptar la respiración y los latidos del corazón al ritmo de la melodía? Este efecto sólo le ocurre al ser humano y a algunos pájaros y puede ser la explicación de por qué, al practicar ejercicio, nuestro ritmo y resistencia mejoran con las canciones más rápidas… Además, este tipo de música también aumenta nuestro estado de alerta, nuestro pulso y nuestra presión arterial, así que dale al ‘play’ ¡y a correr!

Cómo elegir la música según la intensidad del ejercicio

Está claro que, prácticamente desde que existe el ser humano, la música ha sido un elemento fundamental en nuestras vidas… Ahora ya sabes por qué: se sincroniza con nuestro cuerpo e influye en él a todos los niveles. ¿Aún no te has animado a practicar con ningún instrumento de música? Imposible que ahora encuentres un motivo para no hacerlo, ¡así que echa un vistazo a la tienda online de MusicNexo!