Efectos de los incendios forestales

Por Daniel Palomino @verdezonaesp
Los siniestros forestales representan un impacto negativo que afecta a todos los componentes del ecosistema, tanto a las comunidades de seres vivos como fauna, vegetación, microorganismos, etc. como al medio físico, es decir, el suelo, el agua, atmósfera y microclima.

Este impacto o efecto es directamente proporcional a los factores conocidos como la intensidad de los incendios y la frecuencia de los mismos, su amplitud, y por supuesto la estación del año en la que se producen los incendios.
Efectos de los incendios sobre la vegetaciónLa intensidad de los fuegos, así como la frecuencia de estos, aceleran los procesos destructivos e impiden que el ecosistema alcance etapas de mayor madurez que facilitaría su regeneración e incrementaría su resistencia a dicho impacto.En España no existe una distribución uniforme de los incendios pero en las áreas más castigadas encontramos montes que arden cada pocos años.Por ejemplo, en el trabajo de Pereiras y Puentes (1987) se estudió los incendios producidos durante un periodo de 11 años y se comprobó que existen montes que durante esos 11 años sufrieron repetidos incendios, superándose la superficie total quemada y que llegó a duplicar la superficie total del monte.En la mayoría de las provincias del norte de España es común observar una rápida regeneración de los montes incendiados (salvo cuando se trata de incendios tipo GIF), debido a que los incendios se producen mayoritariamente sobre comunidades de matorral reforestado.Estas comunidades se forman como respuesta a múltiples perturbaciones (incendios, pastoreo y labranza) y están constituidas por especies que muestran una buena resistencia al fuego.Este hecho puede hacer pensar que los incendios carecen de impacto negativo sobre la vegetación pero si esta perturbación se repite continuamente, sin duda terminará desplazando y al mismo tiempo eliminando especies menos resistentes al fuego.En el sur del país el clima más seco no permite una regeneración de la cubierta vegetal con la misma rapidez.Además, es muy común también que algunos pinos de cierta edad, después de un incendio, produzcan una buena germinación de éstos recolonizándose de nuevo en el monte.El paso del incendio supone la destrucción de toda la cubierta vegetal de un monte, sin embargo, si se visita la misma zona unos pocos meses después de ser quemada, se observa que está empezando a emerger la vegetación (según la sucesión secundaria). Algunos musgos reverdecen, aparecen pequeñas plántulas germinadas con los pocos nutrientes del suelo y en los troncos calcinados asoman los primeros rebrotes.Las estrategias de estas plantas para emerger y regenerarse se deben a sus estructuras subterráneas que, dado el poder amortiguador de las temperaturas que tiene el suelo, hacen que sean inalteradas.Efectos de los incendios sobre la faunaEl incendio tiene un primer impacto negativo sobre la fauna debido a la mortandad directa que ocasiona, bien por ser quemada o bien por asfixia.Esta mortandad va a depender de la movilidad de los individuos. Así especies que se desplazan fácilmente, como las aves o grandes mamíferos, pueden huir de las llamas más fácilmente (aunque no siempre es así) que los pequeños mamíferos y reptiles.También ciertas características del comportamiento como la de crear galerías bajo tierra y rocas pueden facilitar la supervivencia al fuego.El incendio produce unsegundo efecto sobre la fauna que es la destrucción de recursos y hábitat, el que hace que muchas de las especies que resistieron el paso del fuego no puedan vivir en las áreas quemadas por falta de alimento o porque el hábitat que necesitan para vivir (árboles, matorral y restos de vegetales en el suelo) fue destruido.Esto se traduce como en una reducción de la supervivencia posterior al incendio o en la emigración cara a zonas no quemadas.Por otro lado, el propio incendio también genera nuevos recursos como son; árboles quemados, el incremento de hierbas en los primeros estadios de la regeneración, la generación de leña y espacios abiertos que facilitan la captura de alimento, el que puede resultar beneficioso para algunas especies.Para esto, lo mejor es observar a los micromamíferos, cierto tipo de roedores, que prefieren hábitats abiertos y secos, pueden invadir las áreas quemadas y desaparecer posteriormente cuando el dosel vegetal se restablece, dando paso a otros roedores y más lentamente insectívoros.En cuanto a la avifauna, uno de los grupos mejor estudiados, se encuentran los siguientes grupos de aves de acuerdo a la dinámica que se observa después del incendio:

  • Aves propias del bosque que desaparecen después del incendio.
  • Aves propias de espacios abiertos, ausentes antes del incendio y que colonizan temporalmente áreas quemadas.
  • Aves propias de matorrales que no desaparecen totalmente al primer año posterior al incendio y que después van incrementando en número.
  • Aves que son se ven afectadas por las transformaciones del bosque.

Hay que destacar que los incendios pueden afectar también a animales como los anfibios y peces, que en principio pudiesen pasar desapercibidos por no ser muy abundantes las zonas húmedas de las zonas quemadas o por pensar que, como pueden vivir o refugiarse en el agua pueden salvarse.Los incendios pueden hacer que se pierda definitivamente el hábitat de los anfibios por colmataciónde las charcas con sedimentos o producir cambios momentáneos en la misma, por pérdida de la vegetación, de recursos tróficos y cambios en el microclima, que va a afectar de distinta manera a unas especies u otras.Efectos de los incendios sobre el sueloEl impacto que los incendios ocasionan en los suelos y lo que sufre la vegetación es lo que más se está investigando en España. La abundancia de los montes de suelos” esqueléticos” y las mismas rocas aflorando en superficie nos sensibilizan por la pérdida de esta capa de tierra fértil de lentísima regeneración y que además, es el sustento del ecosistema forestal.Uno de los factores negativos más sobresalientes es la erosión de las partículas del suelo lo que significa una pérdida irreparable del sistema edáfico. En España se puede hablar de una pérdida media de 10 a 20 toneladas por hectárea y por año, si bien en ciertos casos de pendientes más acusadas, estos valores se superan hasta más de 80 tn/ha/año.La pendiente, que evidentemente no es modificada por el incendio, facilita el desplazamiento de materiales, por lo que a mayores pendientes se van a producir mayores cuotas de erosión.La erosibilidad climática o potencial erosivo de la lluvia dependerá de las distintas zonas geográficas. En esta capacidad erosiva de la lluvia tenemos que tener en cuenta, por un lado, la acción del impacto directo sobre el suelo, que depende de la intensidad de la lluvia y, por otro lado, también influye la capacidad de arrastre de partículas que depende básicamente de la cantidad de agua que circula por escorrentía sobre la superficie.El primero de estos elementos (la intensidad de lluvia) no varía con el incendio pero el segundo si, ya que después del incendio disminuye la conductividad hidráulica del suelo.Como resultado de esto, en las zonas quemadas se reduce el agua que se infiltra y se incrementa el agua de escorrentía.El incendio produce además la pérdida de ciertos elementos químicos del suelo por diferentes procesos. Durante el mismo, se produce la volatilización de algunos de ellos, afectando al nitrógeno; también se produce la pérdida de nutrientes por emigración de las cenizas a la atmósfera en las corrientes ascendentes de la quema.Ahora bien, el proceso de combustión de la materia orgánica produce la mineralización de la misma pudiéndose ocasionar un incremento en la fertilidad del suelo por el incremento de las formas asimilables de ciertos cationes, como también por un aumento de pH.Por otra parte, los incendios pueden producir la esterilización del suelo, produciéndose con posterioridad la recolonización por vía aérea. En este sentido las bacterias parecen más resistentes que los hongos al igual que su actividad, puesto que se recupera más rápidamente en los terrenos incendiados.Efectos de los incendios sobre la atmósfera y el climaLos incendios contribuyen al aumento de la contaminación atmosférica ya que, durante los mismos, se liberan diferentes compuestos tanto carbonatados (CO2, hidrocarburos, compuestos policíclicos…) como nitrogenados (NOx, HCN…) asi como partículas de carbón y cenizas que ascienden en la columna de convección.Entre estos compuestos hay que destacar la acción nociva de los compuestos policíclicos, relacionados con el cáncer y de las partículas de menor tamaño que se pueden depositar en los pulmones ocasionando problemas respiratorios.Además, los compuestos de nitrógeno contribuyen a las lluvias ácidas y junto al CO2 afectan en el cambio climático. Este último, físicamente está ocasionando el efecto invernadero.Con relación al cambio climático ocasionado por el CO2 hay que destacar que los incendios contribuyen a desequilibrar el ciclo del carbono por 2 vías; por un lado, incrementan el CO2 atmosférico como en cualquier otro proceso de combustión y también elimina la cobertura vegetal, que mediante la fotosíntesis, se encarga de reducir ese CO2 de la atmósfera.En cuanto al clima, además de esta incidencia en el cambio climático, los incendios determinan claros cambios en el microclima de la zona afectada, sobre todo cuando supone la destrucción de extensas áreas de bosques, ya que éste tiene sobre aquel una clara función reguladora.

Artículo 164; Extinción de incendios 

Artículo 166; En construcción