Pastillas para infelices: un psicothriller con matices y relecturas.
Como se desprende de su significativo título, el eje de la película son los intereses que se mueven detrás de los cada vez más refinados y peligrosos psicofármacos. Emily (Rooney Mara) es una joven que se vuelve adicta a un ansiolítico novedoso que le receta su cuestionable psiquiatra (Jude Law). “¿Qué sería de nuestras vidas sin químicos?”, dice en un momento este psiquiatra, mientras reparte entre sus conocidos (incluso su mujer) algunas pastillas para levantar el ánimo, salir de la depresión o la tristeza.
El necesario rol de paciente para semejante profesional, corre por parte de la ascendente y polifacética Rooney Mara, quien interpreta a Emily, una joven hermosa, casada con un agente financiero que de pronto va preso por tráfico de influencias y de esta forma pierde de la noche a la mañana su alto nivel de vida material, lo que la lleva a un estado depresivo y a un aparente intento de suicidio.
En estas circunstancias conoce al ya mencionado doctor Jonathan Banks (Jude Law) quien será el encargado de tratarla sobre la base de medicamentos que provocan acciones involuntarias con trágicas consecuencias. El submundo de psiquiatras amorales y pacientes irresponsables, el trasfondo económico de dicho negocio, la concientización sobre los efectos secundarios son sin duda lo más interesante de la primera parte de este psicothriller, que despierta mucha expectativa respecto del desenlace, hasta que un giro argumental deja de lado toda esa interesante trama, acercándose más a los procedimientos convencionales para lograr un forzado efecto sorpresa.
La historia de “Efectos Secundarios” pertenece a esa clase de thrillers en los que con cada giro se nos dice que todo lo que hemos visto es falso. Al introducir un misterio a la vieja usanza, se abre el camino para giros sorprendentes que son un arma de doble filo, porque solamente funciona en casos muy puntuales de la historia del cine, como “Frenesí” de Hithcock por ejemplo, pero que trastabilla en otros innumerables casos para el olvido.
Muchas vueltas de tuerca se apilan innecesariamente, y las sucesivas traiciones hacen caer el nivel de una película que podría haber sido mucho más interesante.
De cualquier modo, la serie de personajes tramposos que circulan por la trama, conforman un film más inquietante que un thriller con héroes y villanos convencionales.
Aquí, son todos seres corruptos, intrigantes y potencialmente peligrosos, donde el dinero es lo que en el fondo motiva todos sus actos.
Nota Final: 6 sobre 10.
Trailer de Efectos Secundarios.