1489. Al médico Bernardo Espinosa le encargan la investigación “extraoficial” de un crimen: el asesinato de un muchacho judío que iba a entregar un valioso relicario (El último judío, de Noah Gordon).
1514. Batalla de Chaldiran entre el ejército safawí y el ejército otomano, con victoria aplastante de este último, que marca el comienzo del camino del Imperio Otomano hacia su apogeo al estar cada vez más cerca de terminar con el dominio safawí en Anatolia y a tener una frontera con los reinos mamelucos de Siria.
1592. Las tropas japonesas que hasta ahora habían avanzado con comodidad por territorio coreano, contando todos sus enfrentamientos por victorias claras, reciben un ataque chino en la recién conquistada Pyongyang que, aunque repelido, deja muchísimas bajas. Es un primer aviso.
1702. Comienza el asedio de Cádiz por parte de tropas inglesas y holandesas en el Seno de la Guerra de Sucesión Española.
1759. En el seno de la Guerra de los Siete Años, Batalla de Kunersdorf entre cincuenta mil hombres del ejército prusiano, aproximadamente, y una fuerza algo mayor de una alianza austro-rusa que sufren un exitoso ataque prusiano por su flanco pero que lo contrarrestan con la carga de la caballería que tenían en reserva que crea el caos en las líneas prusianas, dándole la victoria absoluta a la coalición que, aunque con bastantes bajas, destrozará el ejercito enemigo. Tras la carnicería, la toma de prisioneros y la huída a la desbandada de los supervivientes, la fuerza prusiana que vuelve a sus posiciones en la orilla oeste del Oder está compuesta por escasos tres mil soldados.
1813. En el seno de las Guerras Napoleónicas, Batalla de Grossbeeren entre fuerzas francesas camino de Berlín, con orden de tomarla o destruirla si se resistían sus habitantes, que se enfrentaron a una fuerza de prusianos bastante mayor (con el antiguo oficial francés y ahora al servicio de Suecia, Bernadotte, entre sus filas) que defendían sus hogares en muchos casos. Los franceses subestiman el tamaño del ejército prusiano, avanzan sin precauciones y una tormenta crea problemas de visión y movimiento, lo que es aprovechado por los prusianos para atacar y destrozar las líneas francesas, que tienen que retirarse, perdiendo tres mil hombres frente a mil de Prusia. Si bien la batalla no tuvo importancia estratégica, sí que aumentó la fé de Prusia, que por fin ganaba una batalla a los franceses desde que empezó la guerra.
1884. En el seno de la Guerra Sino-Francesa, comienzo de la Batalla de Fuzhou en el puerto de Mawei, cercano a la localidad que da nombre a la batalla, entre una flota china que defiende el puerto y una flota francesa más pequeña que ataca la posición enemiga.
1914. En el seno de la Primera Guerra Mundial, Japondeclara la guerra a Alemania al no aceptar ésta la entrega de Qingdao y fuerzas rusas alcanzan el centro de Prusia oriental, haciendo bastantes estragos en las poblaciones que atraviesan.
1939. A última hora de la noche, firma del Pacto Molotov-Ribbentrop en el Kremlin entre la Alemania de Hitler y la URSS de Stalin, algo inaudito y antinatural desde el punto de vista ideológico pero muy útil para ambos en la práctica. Se celebró con té, dulces, caviar, emparedados y “generosas cantidades” de vodka, vinos rusos y champán de Crimea. En la URSS de postguerra y hasta los años noventa, la existencia de dicho pacto no se citaba en los libros de texto.
1942. En el seno de la Segunda Guerra Mundial, comienza la Batalla de Stalingrado con bombardeos aéreos alemanes sobre la ciudad con seiscientos aparatos y la llegada a los suburbios del norte de la ciudad de algunas unidades alemanas de vanguardia de la 16ª División Panzer. Las órdenes de la Luftwaffe son atacar todo, no solo objetivos industriales, siendo este el ataque aéreo alemán más concentrado en el Ostfront. La caída de la ciudad se esperaba para el día siguiente. Mientras, en Izbushensky, seiscientos soldados italianos de la Caballería de Saboya cargan a caballo contra dos mil rusos con morteros y ametralladoras, poniéndolos en fuga. Según los registros, será la última carga de caballería exitosa en la guerra.
1943. En el seno de la Segunda Guerra Mundial, fin de la Cuarta Batalla de Járkov con la reconquista definitiva de la ciudad por parte de la URSS y dejando Ucrania como un fruto maduro para la recolección.
1944. En el seno de la Segunda Guerra Mundial, el rey de Rumanía destituye a su primer ministro pronazi, ordena el cese de los enfrentamientos con los aliados y acepta las duras condiciones del armisticio que se le habían propuesto semanas antes. En dos días, Rumanía le declarará la guerra a Alemania. Mientras, transmisión de las órdenes de Hitler sobre París con destino a los responsables alemanes de la capital de Francia, en la que consideraba la ciudad como prioritaría en los planes bélicos y políticos de Alemania, se ordenaba defenderla a toda costa, aplastar cualquier intento de sublevación y, además, que “(…) París no debe caer en manos del enemigo o, por lo menos, el enemigo no debe encontrar más que un montón de ruinas”.
1945. En el seno de la Segunda Guerra Mundial, la campaña soviética en Manchuria concluye con aplastante éxito del Ejército Rojo que, con apenas ocho mil muertos y veintidós mil heridos (algo muy diferente a lo habitual en la guerra hasta ahora), han derrotado a los japoneses sin paliativos causándoles más de seiscientas cincuenta mil bajas entre muertos, heridos y prisioneros.
1991. Tras el minigolpe de estado sufrido por Gorbachov, finalizado el día anterior, Boris Yeltsin declara ilegal el Partido Comunista en Rusia, aumentando la velocidad de caída de las fichas de dominó que llevarán a la dimisión de Gorbachov y, al final, a la desaparición formal de la URSS al final del año.