Efemérides: Asalto a la Bastilla

Publicado el 14 julio 2016 por Habitalia
Los ciudadanos de París (Francia) asaltan la fortaleza de la Bastilla, prisión estatal convertida en símbolo del absolutismo.

Tras duros y cruentos combates, la Bastilla cae a manos de los insurrectos. Se libera a los prisioneros allí encarcelados y se desarma a los guardiánes que se han rendido. La población retiene a la familia real en el palacio de las Tullerías. (Hace 227 años)

La importancia de la toma de la Bastilla se debe a su valor simbólico representando el derrumbamiento del poder absolutista de la monarquía francesa, pero no fue un acto tan relevante política y estratégicamente como se suele presentar por la historiografía romántica.

La había sido durante años la cárcel de muchas víctimas de la arbitrariedad monárquica. Allí se encarcelaba sin juicio a los señalados por el Rey con una simple lettre de cachet. Era una fortaleza medieval en pleno París, cuyo uso militar ya no se justificaba. En los Cuadernos de quejas de la ciudad de París ya se pedía su destrucción, y el ministro Necker pensaba destruirla desde 1784 por su alto coste de mantenimiento. En 1788 se había decidido su cierre, lo que explica que tuviera pocos presos en 1789. En el momento de su caída, el 14 de julio de 1789, sólo acogía a cuatro falsificadores, a un enfermo mental (Auguste Tavernier), a un noble condenado por incesto y a un cómplice de Robert François Damiens, autor de una tentativa de asesinato sobre Luis XV.

Según algunos autores, la importancia de la toma de la Bastilla ha sido exagerada por los historiadores románticos, como Jules Michelet, que quisieron hacerla un símbolo fundador de la República. Otros autores afirman que el sitio y la capitulación de la prisión no debió ser un hecho muy heroico en vista de que sólo era defendido por un puñado de hombres, y que los únicos muertos habrían sido el alcaide Bernard de Launay y el político Jacques de Flesselles.

Pero los documentos de la época dejan constancia de que el 14 de julio de 1789, la fortaleza estaba defendida por 32 soldados suizos y 82 "inválidos de guerra ", disponiendo de cañones y de municiones en abundancia. El asedio se saldó con 98 muertos, 60 heridos y 13 mutilados, entre los asaltantes.

El acontecimiento tuvo una fuerte resonancia en Europa entera, no tanto por la importancia del suceso, sino por su valor simbólico, que aún perdura como hito en la historia de las revoluciones.