Era el tiempo en que las principales bandas de Jazz-Rock se habían separado, y la explosión disparó en múltiples estilos y fusiones. En Brasil surgieron muchos artistas que rápidamente se mezclaron con la "crema" del Jazz mundial, aprovechando la variedad de sonidos de las distintas regiones, con el atractivo color percusivo que le aportaba gracia y personalidad...
Era habitual entonces encontrarse con Gismonti, Hermeto o Vasconcelos en el prestigioso Festival de Jazz de Montreux... Y también con otros como Pepeu Gómez, A Cor Do Som o Airto Moreira...
Pero lo de Gismonti trasciende el Jazz y la Bossa Nova, al incorporar sonidos indígenas o elementos de la música "erudita" en la tradición de compositores contemporáneos como Villa Lobos, y tocando guitarra, flauta o piano en formatos de banda eléctrica, cuarteto de cuerdas, solo de piano, o con orquesta sinfónica...
Puede costar "seguirlo" debido a la múltiple variedad de sus trabajos, pero tanto en los elaborados y académicos trabajos de "Música Docta" como al frente de una Batucada en pleno Carnaval, escuchar a Gismonti siempre será una experiencia inolvidable...