Egipto e Indonesia quieren una nueva capital

Publicado el 26 junio 2019 por Juan Juan Pérez Ventura @ElOrdenMundial

El 4 de abril de 1955 en Jataí, un pueblo con un millar de habitantes en Brasil, el candidato a la presidencia Juscelino Kubitschek prometía el desarrollo del interior del país, extremadamente pobre en comparación a la riqueza y modernidad de la costa brasileña. Kubitschek prometió también relocalizar la capital de Brasil hacia el interior. Tras su victoria electoral, en cinco años el nuevo presidente construyó una ciudad completa de la nada. En 1960 la nueva ciudad bautizada con el nombre de Brasilia se convirtió en la capital del Estado Federal de Brasil.

El caso de Brasilia es el más impresionante, pero existen otros como el de Islamabad en Pakistán, Nur-Sultán —nuevo nombre de Astaná— en Kazajistán, Naypidó en Myanmar o Putrajaya, capital administrativa de Malasia. La fundación de ciudades con el estatus de capital puede responder, como en el caso de Brasil, a un intento de desplazar el eje de poder a otro lugar o a la búsqueda de equilibrios territoriales. También puede responder a otras motivaciones como evitar la macrocefalia urbana, o el colapso social o medioambiental de la ciudad que ejerce la función de capital.

Sin embargo, fundar nuevas ciudades no es cosa del pa...

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