En la tumba se encontró más de un centenar de momias
Según explicó el jefe de la misión, José Manuel Galán, a la agencia EFE, el hallazgo permitirá conocer más detalles de la dinastía XI. "Su interés radica en que las dinastías XI y XVII son lo que se conoce como periodos intermedios, de los que se tiene poca información", aseguró.
Mientras realizaban excavaciones en tres pozos funerarios, que se remontan a la dinastía XVII (1580-1550 a.C.), los investigadores descubrieron un túnel de veinte metros de largo que conducía a la tumba que luego fue descubierta.
Galán destacó que esta cámara funeraria, que fue reutilizada durante la dinastía XVII, como lo demuestran los objetos encontrados en su superficie, todavía no ha sido estudiada, aunque en un primer paseo por su interior se encontraron restos humanos y piezas de cerámica.
Los arqueólogos deberán esperar a la campaña del próximo año para localizar la entrada de la tumba y empezar desde ahí la excavación, agregó.
El Ministerio de Antigüedades egipcio difundió en un comunicado que la tumba hallada podría pertenecer a un hombre de Estado. "Su superficie grande y sus anexos indican que la tumba pertenece a un miembro de la familia real o a uno de los grandes responsables del Estado", indicaron.
Además, el jefe del Departamento de Antigüedades del Ministerio de Antigüedades, Ali al Asfar, explicó que la tumba pudo ser empleada como escondite debido a la gran cantidad de restos humanos descubiertos.
Luxor, ciudad de medio millón de habitantes situada a orillas del Nilo, es un museo a cielo abierto repleto de templos y de tumbas del antiguo Egipto.