Hace unos días hablábamos del libro Todos los niños pueden ser Einstein, obra recomendada por el experto en educación, Licenciado en Filosofía y Letras y Máster en Dirección de Centros Educativos Fernando Alberca. Destacábamos que el libro es una guía útil para lograr incrementar el intelecto de los niños desde una pronta edad, pues bien, en una misma línea, otro libro que recomendamos es Einstein nunca memorizó, aprendió jugando. Se trata de una obra de Kathty Hirsh-Pasek y Roberta Michnick Golinfkoff, expertas en psicología infantil que afirman que el juego es el mejor método de aprendizaje, algo en lo que coinciden con el Observatorio del Juego Infantil.
Einstein nunca memorizó, aprendió jugando intenta desmontar las modas de la hiperestimulación y los mitos de la industria del aprendizaje, muchas técnicas y métodos no resultan tan efectivos como se anuncian y es conveniente evitarlas. El libro ofrece una serie de ejercicios fáciles basados en juegos que conjugan inteligencia y afecto con los que pueden aprender con más facilidad determinados conceptos complejos.
Al respecto, es interesante citar las palabras del catedrático de Teoría de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid y director del Observatorio del Juego Infantil: “Es necesario que las escuelas aprovechen el juego y el juguete como medios para enseñar porque atraen a los niños y, con ellos, éstos se esfuerzan mucho más para aprender”. Que a través del juego los niños pueden aprender con más facilidad no es una novedad, sin embargo, y a pesar de constatar los beneficios del juego, no termina de aplicarse como debiera en los centros educativos.
Otros expertos como Petra María Pérez, catedrática de Teoría de la Educación de la Universidad de Valencia y además miembro del Observatorio del Juego Infantil, comenta: “Actualmente se pierden muchos de los beneficios del juego como la transmisión de valores, la solidaridad, la cooperación, la competencia emocional y social, y el respeto a la norma. El juego es una gran fuente de creatividad y nuestro país necesita niños creativos”. En este aspecto, creemos además que sería de gran interés retomar los juegos infantiles de antaño, juegos que se consideran más saludables ya que estimulan la sociabilidad, la imaginación, la inteligencia, contribuyen a la realización de ejercicio físico, etc.
Volviendo al libro Einstein nunca memorizó, aprendió jugando, que hemos podido conocer gracias a un seguidor de la página de Facebook de Pequelia, cabe destacar que ofrece una lectura amena que incluye hasta 40 ejercicios que evitan que los niños aprendan de la forma convencional establecida, jugando los niños aprenden y consolidan los conocimientos con mucha más facilidad.
La publicación consta de 416 páginas de información de gran interés, la podéis encontrar en librerías especializadas por un precio de 17’50 euros.
ISBN: 8427031254
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