Todos hemos oído hablar del café colombiano, incluso si estas en otra parte del mundo conocerás la famosa marca de café “Juan Valdez”, o quizás otras, sin duda un icono de nuestra cultura gastronómica colombiana.
Para nosotros los colombianos hay un territorio icónico y exclusivo para cultivar dicho fruto, que se extiende por aproximadamente toda la cordillera occidental y parte de cordillera central.
Gracias a nuestra diversidad geográfica este fruto lo podemos encontrar a diferentes alturas de los campos agrícolas colombianos. Pero cuando le hablas a un colombiano de café es sinónimo de una región llamada Quindío; es allí donde encontramos los mas extensos y hermosos paisajes dónde la especialidad de la tierra y la mano de obra campesina es cultivar café.
Hemos creado una cultura en la que los campesinos han adquirido una identidad propia. Desde la parte sur de Antioquia comenzaremos a divisar estos campos desplazándonos hacia el sur del país, llegando al Quindío.
Es allí donde ocurre la magia de la tierra; el cultivo de este fruto es en su mayoría es manual, empezando por la siembra, siguiendo por la cosecha, producción, y envío a las diferentes fabricas del país en las que se encargan de pasar el café a la fase de la industrialización.
A lo largo del eje cafetero colombiano tenemos destinos turísticos como: el Parque Nacional Natural de los Nevados, Los Termales de Santa Rosa de Cabal, el parque Panaca, Bioparque Ukumarí, El Parque Los Arrieros, entre otros, pero para resaltar exclusivamente este icono gastronómico colombiano tenemos el Parque Nacional del Café. Allí encontraremos más de 25 atracciones, desde culturales hasta mecánicas, es un extenso recorrido por las costumbres de la región, la cultura y tan excelente producto que nos brindan estas tierras cafeteras.