Pero lo del Schalke era diferente. Después de su gran victoria en el Derby de la Cuenca del Rhur tenía ganas de más, y encontrarse ante un rival exigente y de nuevo alejado de Gelserkirchen, presentaba un panorama más que atractivo. Además, los de Stevens, con las bajas en el centro de la zaga de Papadopoulos (me encanta este central - mediocentro griego) o Draxler, que ya venían de tiempo atrás, pero merece la pena recordarlas, debía dar continuidad al once que mejor resultado le está dando.Y la victoria de ayer, la cuarta consecutiva entre Bundesliga, amistoso y Champions, refuerza ya no sólo de cara al gran público la imagen del equipo minero, sino que a nivel psicológico el equipo, situado en la tercera plaza del torneo local y primero en su grupo de Champions, vea que a pesar de no tener nombres de primerísimo nivel, se muestre sólido en partido a cara de perro.
Porque si exceptuamos a Jan Klass Huntelaar, quien después de una trayectoria errática desde que salió del Ajax se ha asentado como gran goleador en el Schalke (50 goles en 74 partidos sólo en Bundesliga) a Ibrahim Afellay como nombre conocido por su paso por el Barcelona y, a mi entender, la estrella del equipo, Jeferson Farfán, el resto del equipo suma un perfil de trabajo alto y de juventud ilusionante de cara a dar continuidad a su juego de contraataque.El joven meta Unerstall siempre deja alguna muestra de reflejos aunque deba mejorar algo en los balones por alto, Uchida ya no es un lateral exótico sino un defensor entregado y que da profunidad en ataque. Howedes ha perdido el puesto en las convocatorias de Löw, pero no baja el nivel de autexigencia y Matip ha dado un salto de calidad enorme.
Y luego están los dos holandeses, que llegaron tras salir por la puerta de atrás de sus equipos y que están dando un alto rendimiento en el Schalke. Huntelaar es más 'hunter' que nunca cuando viste de azul y Afellay, sin presión y con minutos, recuerda lo barato que resultó verle salir del PSV por tres millones. Si Vilanova lo sigue, seguro que tendrá en cuenta que a este nivel, tiene un sitio en el Barça.
Esta claro que después de estas dos victorias es fácil hablar bien de este equipo y que sólo con recordar su pobre actuación ante el Bayern, podemos ver las debilidades y defectos de un equipo que muestra a los demás cómo plantar cara a rivales superiores técnicamente: orden, entrega y fe en la idea del entrenador, llevar el partido a su ritmo y romperlo en velocidad cuando el rival está adelantado y sin ideas ante el doble muro azul. Nombre por nombre sale perdiendo ante sus dos últimos rivales y con esta receta les ha ganado hasta con solvencia.