Un ejemplo de las implicaciones de la reforma laboral:
Desde la entrada en vigor de la reforma laboral, bastar con que un empleado falte nueve días hábiles al trabajo de forma intermitente en dos meses consecutivos, y aunque sea por causas justificadas, para que pueda ser despedido con la mínima indemnización de 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades.
Cuidado con esas gripes, esos esguinces, y otras enfermedades que duren más de 9 días laborables. Aunque esté justificado es suficiente para que la empresa os despida con una indemnización de 20 días por año trabajado, aunque llevéis 30 años en la empresa.