Cada vez con más frecuencia conocemos casos de niños que mueren de enfermedades prácticamente erradicadas por la decisión de sus progenitores de no vacunarles. La vacunación es el principal factor de reducción de la mortalidad infantil. En aquellos lugares en que, por falta de medios, la vacunación infantil no se da de manera generalizada, la mortalidad infantil es mucho más elevada que en las regiones en las que sí existe una vacunación infantil generalizada.
A través de las redes sociales, ejércitos de madres fundamentalistas que niegan sistemáticamente la evidencia de la ciencia médica se organizan para diseminar sus creencias y agredir a todos aquellos que no las comparten. Un buen ejemplo es la comunidad de Facebook llamada ‘Basta de Violencia Pediátrica’ (https://www.facebook.com/bastadeviolenciapediatrica/). Las administradoras apuntan y las fanáticas seguidoras disparan su odio.
El nivel de violencia de estos ‘trolls cibernéticos’ es inaudito. Basta leer los comentarios que vomitan en las redes sociales. Si no compartes su medieval visión de la vida, eres una víctima en potencia. La misma actitud se repite con todos los aspectos de la crianza y la educación de los hijos (lactancia, sueño…).
Animo a las familias con hijos a no dejarse engañar por las infundadas creencias de estos grupos negadores de la evidencia científica. Que hagan lo que quieran con sus hijos; que nos dejen en paz a nosotros y a los nuestros.