Sevilla report Esta mañana se presentó soleada y brillante en Sevilla, tras la espectacular granizada y la tromba de agua caída ayer tarde. Una Sevilla luminosa y brillante como pocas, con el regusto amargo en la boca de la resaca de la recién concluida Feria de Abril. Mala combinación ésta, ya tradicional por otra parte, para el desarrollo de una jornada reivindicativa, que los azares del calendario hacen casi siempre coincidir con las postrimerías cuando no con el corazón mismo de la semana grande de la capital hispalense. En ese contexto, la fiesta del primero de mayo en Sevilla, el Día Internacional de los Trabajadores, siempre ha tenido que batallar con las dificultades para movilizar a una población que ya lleva como mínimo una semana movilizada y por unos motivos completamente diferentes, cuando no contrarios. El hándicap de la asistencia, en contraposición a otras movilizaciones similares pero en circunstancias distintas, siempre es en ésta el más difícil de superar, a pesar de que este año, debido al delicado momento por el que atraviesa la crisis que azota al país y la dramática ola de recortes que cada viernes, uno tras otro, viene anunciando el Gobierno a través de las ruedas de prensa tras el consejo de ministros.
Sevilla report Esta mañana se presentó soleada y brillante en Sevilla, tras la espectacular granizada y la tromba de agua caída ayer tarde. Una Sevilla luminosa y brillante como pocas, con el regusto amargo en la boca de la resaca de la recién concluida Feria de Abril. Mala combinación ésta, ya tradicional por otra parte, para el desarrollo de una jornada reivindicativa, que los azares del calendario hacen casi siempre coincidir con las postrimerías cuando no con el corazón mismo de la semana grande de la capital hispalense. En ese contexto, la fiesta del primero de mayo en Sevilla, el Día Internacional de los Trabajadores, siempre ha tenido que batallar con las dificultades para movilizar a una población que ya lleva como mínimo una semana movilizada y por unos motivos completamente diferentes, cuando no contrarios. El hándicap de la asistencia, en contraposición a otras movilizaciones similares pero en circunstancias distintas, siempre es en ésta el más difícil de superar, a pesar de que este año, debido al delicado momento por el que atraviesa la crisis que azota al país y la dramática ola de recortes que cada viernes, uno tras otro, viene anunciando el Gobierno a través de las ruedas de prensa tras el consejo de ministros.