Fiesta
Planazo que me han propuesto para el ‘Domingo de Resurrección’. El mismo día que Jesucristo volvió a la vida tras haber sido crucificado yo me voy a ir de fiesta a Castellón. Todo gracias al presidente de la diputación castellonense, el admirado y por todos querido, Carlos Fabra, que como inauguró un aeropuerto sin aviones para el disfrute de las personas pues ahora tiene cola y lista de espera.
La genial idea del aprovechamiento ocioso y familiar de estos kilómetros de asfalto, por los que no circularán aviones en un largo periodo de tiempo, ha surgido a través de Facebook, bendita red social que nos permite organizar raves en aeropuertos públicos inacabados e inaugurados.
La invitación que anima al personal a asistir a la fiesta es la siguiente: “Fabra inaugura un aeropuerto sin aviones ni permiso de navegación. Se puede pasear por las pistas, lo que no se podría hacer si despegaran aeronaves. Pues entonces, aprovechemos la oportunidad que nos brindan Fabra y Camps, para pasar una alegre jornada festiva en las instalaciones que tan amablemente nos ceden. Podemos hacer fiestas, barbacoas, discomóviles, empinar el catxirulo o menjar-nos la mona, los que tengan equipos de música que los traigan, los que sean batuqueros que se vengan a animar, skaters, ciclistas, familias, domingueros, raveros. ¡Todos son bienvenidos tenemos una aeropuerto para disfrutar!”.
Ahora espero que Fabra no se eche para atrás y nos deje a todos (de momento más de 8.000 personas confirmadas) gozar a lo loco del “aeropuerto del abuelo”. Aunque hace pocas horas él mismo confirmó que “es para los aviones y no para hacer carreras de bicicletas” al igual que en un tono amable aclaró que “las gilipolleces las dicen ustedes, no yo” como ejemplo de político cordial.
Yo si puedo cambiaré todos mis planes para poder estar el día 24 en la ‘AirportRave’. Me parecería fatal darle ese disgustazo al abuelo, cuando él se ha esforzado en construir para sus habitantes la infraestructura más grande de Castellón. Y que nadie se preocupe, todo estará bajo control, del transporte se encarga Rita Barberá con sus subterráneos sin trenes y si hay cualquier incidente, esperemos que no, todos a la maqueta de Camps, que diga, al hospital.