La semana pasada comenzó un otoño diferente. Un otoño temido por algunos, que esperan que España no se rompa; esperanzador para otros, que ven en él la señal de la independencia. Un otoño con una fecha marcada: el 27 de septiembre, fecha de unas elecciones catalanas que traen, según indicaba el pasado martes “Mediterráneo Digital”, “miedo, incertidumbre o simplemente pura desinformación”. Este periódico que se autodefine como “independiente y políticamente incorrecto”, arguía así: “La campaña iniciada desde los estamentos económicos del Estado sobre las devastadoras consecuencias de una hipotética declaración unilateral de independencia en Cataluña, empiezan a tener un efecto inmediato. Y no nos referimos a las siempre subjetivas (y nunca controlables) esferas macroeconómicas de los mercados, al alcance y comprensión de muy pocos elegidos. El reflejo ya es plenamente constatable a pie de calle. El comunicado sin precedentes de las dos principales asociaciones de Banca de nuestro país, encabezadas por La Caixa y Banc Sabadell, dos entidades con su sede central radicada en Barcelona, las advertencias del Banco de España y el miedo a un corralito financiero, o los reiterados avisos de los consejos de dirección de las grandes empresas sobre los catastróficos efectos de una más que probable salida de la Unión Europea, han conseguido su objetivo: extender un reguero de dudas entre la ciudadanía, a sólo unos días de la decisiva cita con las urnas del próximo 27 de Septiembre. No hay peor compañero de viaje que la guerra psicológica hacia lo desconocido. En contacto con diversas sucursales bancarias situadas en Barcelona (La Caixa, Banc Sabadell, Banco Santander o BBVA), todas reflejan a Mediterráneo Digital la creciente ‘preocupación’ de sus clientes ante el incierto panorama que se presenta si el independentismo consigue una mayoría de votos suficiente para empezar el proceso hacia la bautizada como ‘desconexión unilateral’ con España (…) Los políticos están lanzando mensajes interesados desde uno y otro lado. Al final, los damnificados, como siempre, somos los ciudadanos. Las personas tienen miedo a perder sus ahorros, piensan que los bancos van a cerrar de un día para otro y se quedarán sin nada. ‘Es una locura colectiva que, lamentablemente, todo nos indica que irá en aumento conforme se acerque el día de las elecciones’, explica uno de los apoderados, con más de 40 años de experiencia en banca…”.
La Generalitat pidió “no sembrar miedo” y Andreu Mas-Colell, conseller de Finanzas, sostuvo que España debe seguir pagando las pensiones de los catalanes aunque se independicen. Mas-Colell aclaraba que los catalanes que han cotizado “durante décadas” tienen “derecho” a cobrar las pensiones, ya que se trata de un “contrato individual” entre ellos y España, que tendría, en su opinión, una “obligación legal” que se podría reclamar ante los tribunales internacionales. Sin embargo, afirmaba que, en el caso de que España no pagara las pensiones, la Generalitat actuaría como garante del pago a los pensionistas y jubilados. En el Ministerio consideran, por el contrario, que se abriría un laberinto en el que la Generalitat, entre otros problemas, debería dar respuesta a los residentes en Cataluña que han cotizado previamente en otros territorios. La conclusión de Tomás Burgos, militante del PP, es ésta: “La alternativa al sistema común de Seguridad Social es el desamparo y la insuficiencia de recursos”. En este sentido se manifestaba el ex ministro socialista, Josep Borrell. “Se está estafando a la gente cuando se les prometen más y mejores prestaciones” si Cataluña se independiza de España.
“Todas las formaciones están nerviosas –reconocía Jordi Oliveres el pasado martes en Diariocrítico.com–. La incertidumbre sobre los resultados provoca salidas de tono y afirmaciones poco edificantes. Todas las encuestas coinciden en que la coalición de CDC y ERC ganará las elecciones, pero, a la vez, todas ellas dejan claro que obtendrán menos escaños que hace tres años…Artur Mas, que se ha salvado de acudir a los debates electorales aunque sea él el candidato a presidir de nuevo la Generalitat por su coalición, “está muy suelto”, explican fuentes de la lista. No obstante, lo que se puede percibir es que también está muy tenso. Claro está que los resultados finales van a depender de diferentes factores. La ofensiva del Estado, más que frenar la fuerza independentista, le da alas. En lugar de buscar la seducción, persiste con la amenaza, lo que reafirma en el votante secesionista la necesidad de apartarse de un estado que no propone. Incluso, como chirigota, corren por la red chistes como el que dice que si Cataluña es independiente dejará de tener mar. Las amenazas no hacen mella en el votante decidido, que está movilizado y que espera con ansia que vote. No obstante, desde diferentes espacios, se considera que los escaños que le falte a Mas y Junqueras se los prestará la otra candidatura claramente independentista, las CUP. Esta lectura quizás debe matizarse. Las ‘Candidatures d’Unitat Popular’ se proclaman socialistas, republicanas y son asamblearias. Difícilmente votarán a Mas como president. Aunque sí que podrían proponer a otro candidato de la misma lista, como Raül Romeva. Además, las CUP ya han anunciado que la primera propuesta que hagan en el nuevo parlamento será una declaración de independencia inmediata, sin esperar a los 18 meses que propone la hoja de ruta de Mas-Junqueras. El resto de formaciones, Ciudadanos, Catalunya sí que es Pot (ICV, Podemos, IU y otros), PSC, PP e, incluso, UDC, también están expectantes. Su mayor o menor presencia va a depender de la participación del domingo. Cuanta más gente vaya a votar más probabilidades tienen de sacar mayor tajada. Todo indica que Ciudadanos, que presenta a Inés Arrimadas, aunque en los carteles tenga mayor presencia su líder absoluto, Albert Rivera, quien también tiene mayor protagonismo en los mítines, podría quedar segunda”. A última hora –reconoce Diariocrítico–, Banco de España, Telefónica, algunos bancos o Pronovias se une a una oleada de peticiones por una solución negociada que evite esta ruptura de España.
El diario 'La Razón' se hace eco de la organización Empresarios de Cataluña, que presentó un vídeo, en el que pequeños empresarios, emprendedores y autónomos dicen no a la independencia bajo el lema: “Nos jugamos el pan”. Además de su presidente, Josep Bou, participan en la misma cinta empresarios de construcción, iluminación y otros, así como trabajadores de estas empresas. Los promotores de esta iniciativa, además, publicaron en toda la prensa catalana un manifiesto firmado por más de cien empresarios de Cataluña. Los representantes de los sindicatos mayoritarios se pronunciaron en clave económica sobre las consecuencias de una hipotética independencia de Cataluña. Así, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, dijo que “la ruptura del país no favorece a los trabajadores ni a la sociedad catalana”, como tampoco, según añadió, “al conjunto de la sociedad española ni a los trabajadores”. Por su parte, el líder de UGT, Cándido Méndez, dijo no ser partidario de la independencia, si bien señaló como “meridianamente claro” la necesidad de “reformar la Constitución”.
Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, declaraba el pasado lunes que, ante una eventual independencia de Cataluña, los equipos catalanes “no podrían jugar la Liga”, ya que “la legislación se lo impide”. Tebas añadía que la “Ley del Deporte establece que el único Estado que puede jugar en competiciones nacionales es Andorra”, pero también se mostró convencido de que “Cataluña nunca se va a separar de España”. El máximo dirigente de la LFP comentó que estos procesos “requieren reflexión y saber las consecuencias que traen consigo”, ya que una hipotética independencia del territorio catalán debilitaría a todos, a “Cataluña y a lo que queda de España”. Tebas opinó que el jugador francés del Atlético de Madrid, Antoine Griezmann, “se va a convertir en un auténtico 'crack'” durante esta campaña. Tebas destacó a José Ramón Sandoval y a Tevenet, técnicos del Granada y del Huesca, respectivamente, como sus entrenadores favoritos de la Liga BBVA y de la Liga Adelante. Guardiola, ex entrenador del Barça declaró: “La independencia se producirá tarde o temprano”. El actual entrenador del Bayern, último en la lista de “Junts pel Sí”, afirmó en una entrevista que “Catalunya y España serán mejores” después de una eventual independencia catalana. Pero, la eventual retirada del Barcelona de la Liga sería un mal negocio para la LFP y para el club, que perdería 300 millones. Y la salida de la Liga de los clubes catalanes supondría un golpe muy duro para la competición. Tebas sabe que la salida del Barcelona, y la pérdida el clásico, sería un serio varapalo para la LFP, que tiene en el clásico uno de sus productos estrellas a la hora de vender el paquete del fútbol español. El Barça ingresó la última temporada 140 millones en derechos televisivos, 100 millones en recaudación de taquillas y abonados y 56 millones de la Champions. Esos ingresos están en el aire “Si para la LFP sería una mala noticia –escribe Fermín de la Calle–, para el Barcelona sería un grave problema. El club que preside Josep María Bartomeu ingresó la pasada temporada 140 millones de euros en conceptos de derechos televisivos, más otros 100 en conceptos de taquillaje y venta de abonos, además de los 56 millones que logró por su exitosa campaña como ganador de la Liga de Campeones. En el hipotético caso de independencia, además de salir de la Liga, Cataluña saldría de la UEFA, perdiendo así su plaza en Champions y los suculentos ingresos que eso provoca. En resumen, 200 millones que los culés dejarían de ingresar de forma automática, y 100 más de taquillas que se verían sensiblemente reducidos al cambiar partidos de la Liga por enfrentamientos con equipos catalanes de 2ª, 2ª B y Tercera.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quiere que el previsto despliegue en Barcelona de varios cientos de agentes de las Unidades de Intervención Policial para reforzar la seguridad de los edificios de la Administración central en Cataluña sea 'muy visible', en contra de lo que se ha hecho hasta ahora en situaciones similares. Una postura que se ha encontrado con el rechazo frontal de algunos miembros del Ejecutivo de Mariano Rajoy. Otros estamentos reclamaron la presencia del Ejército en Cataluña. Y Fernández Díaz equiparó la guerra de banderas de Barcelona con ETA… Rafael Catalá considera que demasiada presencia de la Policía en las próximas jornadas puede tener un efecto contraproducente y decanta una parte del voto indeciso hacia las formaciones independentistas. El ministro de Justicia defiende la necesidad de que el despliegue de las UIP en Barcelona sea lo más discreto posible. Se creó un debate dentro del Ejecutivo. El departamento de Fernández Díaz hace días que comenzó a comunicar a los responsables de las unidades que participarán en el dispositivo su traslado a Cataluña. Varias fuentes policiales apuntaron que sería "elevado", en torno a diez grupos, lo que representaba cerca de medio millar de agentes. Un número que las fuentes policiales consultadas consideraron “muy alto”, sobre todo si se tiene en cuenta que en la capital catalana ya hay desplegados de modo permanente dos grupos de las UIP (aproximadamente un centenar de policías) y que las competencias de seguridad ciudadana están transferidas a los Mossos d'Esquadra, que cuentan con su propio grupo antidisturbios, la Brigada Móvil (BRIMO). Hasta ahora, en los envíos de antidisturbios a Cataluña, Interior había buscado la discreción. De hecho, dichos traslados se producían de manera escalonada e, incluso, se intentaba alojar a los policías desplazados en localidades de los alrededores de la capital catalana, en concreto, en la comarca del Maresme, para evitar que llamase la atención la presencia en las calles de la Barcelona de las numerosas furgonetas con emblemas del Cuerpo Nacional de Policía utilizadas. Además, se buscaron aparcamientos donde dichos vehículos quedasen fuera de la vista de los ciudadanos durante el tiempo que permanecían desplegados. Los agentes volvían también a sus bases poco a poco, para no llamar la atención. Ahora, sin embargo, Interior parece apostar por todo lo contrario y quiere que allí donde estarán desplegados, su presencia sea claramente visible.
No es la primera vez en el último año y medio que Interior hace una demostración de fuerza en Cataluña con el envío de numerosos agentes antidisturbios a la comunidad autónoma. En mayo de 2014, y con motivo de los graves altercados violentos registrados en la capital catalana con motivo del desalojo y posterior derribo del centro Can Vies, el departamento de Jorge Fernández Díaz envió, con carácter de urgencia, cerca de 200 antidisturbios. Entonces, como ahora, los agentes fueron destinados a proteger los edificios públicos dependientes del Estado, aunque también recibieron órdenes de prestar ayuda a los Mossos d'Esquadra para hacer frente a los violentos si lo solicitaba el Govern. Esta petición de colaboración no se llegó a producir pese a que los incidentes continuaron durante varios días. Aquellos agentes terminaron retornado de modo urgente a Madrid tras conocerse la noticia de la abdicación del Rey. En los últimos meses, Interior ha enviado en varias ocasiones antidisturbios de refuerzo a Cataluña ante la previsión de incidentes. Se mandaron 250 integrantes de la UIP en prevención de que se produjeran altercados violentos. Los policías recibieron instrucciones de llevar consigo toda su dotación de material antidisturbios. Dicho dispositivo también contó con la participación de los dos grupos de antidisturbios que hay desplegados permanentemente en Barcelona y no se descartó, incluso, el envío de otras unidades estacionadas en provincias cercanas o en la frontera si la situación lo requería. Desde Interior, se justificó entonces parte de este dispositivo en el hecho de que en aquellas fechas se celebraba también en Barcelona el Mundial de Baloncesto. Pocas semanas después Interior volvió a mandar antidisturbios a la ciudad. La causa fue, entonces, la decisión del Tribunal Constitucional del 29 de septiembre de 2014 de suspender la consulta del 9-N. Entonces fueron cuatro grupos de las UIP, unos 200 agentes, los que acudieron de urgencia a Barcelona en previsión de altercados que finalmente no se produjeron. Hasta la fecha, todos estos despliegues se han saldado con la vuelta de los agentes sin que tuvieran que intervenir.
Artur Mas, presidente de la Generalitat de Cataluña, negaba el clamor que aseguraba que una Cataluña independiente estaría automáticamente fuera de Eurovisión, ya que “nadie puede echarnos de un concurso de canciones en el que ya estamos”, según informa La Gallina Ilustrada. “Eurovisión –añadía Mas– no puede expulsar a siete millones y medio de catalanes y creo que el principal interesado en que Cataluña esté en el concurso de Eurovisión es España, con la que mantendremos unas relaciones inmejorables y les puedo asegurar que les daremos los 12 puntos”. Oriol Junqueras descartó que los 12 puntos fueran automáticos y añadió que dependerían de “si la canción nos gusta o si, por el contrario, la cantan en español. El presidente Mas insistió en que Cataluña cumplirá sus compromisos y dará 12 puntos a España. “Yo creo que a España esto, permítame que le diga, le tiene que interesar”. El ministro de Exteriores, García-Margallo, aseguró que, en su opinión particular por la que nadie jamás le preguntaría porque a nadie le interesa, “esta no es una mala opción. A mí, desde luego, me han convencido”, habría asegurado el ministro a título particular sin que a nadie le importase.
Mariano Rajoy se hizo un pequeño lío con las nacionalidades durante una entrevista con el periodista Carlos Alsina en el programa de Onda Cero Más de uno. Rajoy tuvo grandes dificultades para hilar un discurso coherente y soltó frases vacías y lugares comunes que no quieren decir nada. Recogemos, en los vídeos un extracto de su conversación
La “guerra de banderas”, repetida hasta la saciedad, se registraba de nuevo en la mañana del pasado jueves, cuando los distintos concejales del Ayuntamiento de Barcelona protagonizaron esa imagen. El teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, escritor argentino, doctor en Derecho y profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Barcelona, se convirtió en el centro de las críticas de la extrema derecha en la red social Twitter, donde la etiqueta #PisarelloDimisión se hizo Trending Topic. Para los internautas xenófobos, la procedencia argentina del número dos de Ada Colau supuso insultos racistas después de que intentara impedir que se colocara la bandera española en el balcón del consistorio. El día siguiente, el edil republicano, Alfred Boch se disculpaba por haber desencadenado “una serie de reacciones que acabaron creando un considerable revuelo” y se definía como “el único responsable de los hechos”. Bosch declaraba en un comunicado: “Me sabe mal todo lo que ha pasado, y, habiendo reflexionado sobre mi acto, debo reconocer que no estuve acertado. Seguro que no era el momento ni era el gesto que hacía falta”. Bosch presentaba sus “más sinceras disculpas a todos los que se hayan podido sentir heridos u ofendidos, los que hayan encontrado el hecho poco oportuno y, sobre todo, a los miles de personas que hace días que trabajan en el objetivo más noble que nos hemos marcado como pueblo, y que ahora hayan podido sentirse perjudicados. Quiero a Barcelona y quiero a Catalunya. Nada más lejos de mi ánimo que hacer daño a mi ciudad o a mi país, y mucho menos a ninguna persona sea de donde sea, venga de donde venga, piense lo que piense”. Ante las críticas en Twitter contra su número dos, Ada Colau salió en defensa de Pisarello. El ministro del Interior afirmó que la escena del balcón del Ayuntamiento “tiene connotaciones muy negativas. Me recuerda a Euskadi –osó añadir–, cuando ETA sembraba regueros de sangre y terror por todas partes”.
Ignacio Escobar escribió bajo el título “En qué manos estamos”: “El Banco de España por boca de sus gobernadores hace tiempo que se ha convertido en gran especialista en dar opiniones que nadie le pide: sobre la reforma laboral, sobre la moderación salarial, sobre recortar el gasto público, sobre la reforma de las pensiones, sobre el IVA, sobre las cotizaciones sociales… Empezó con ello MAFO y en eso ha seguido Linde, que ayer amenazó con un corralito a los catalanes independentistas. Todos los ciudadanos tienen derecho a tener una opinión, también a manifestarla. Pero puestos a repartir prioridades, estaría genial que el gobernador del Banco de España se dedicase a lo suyo: a la regulación de esas bancas y cajas que acabaron rescatadas, o a supervisar esas comisiones de dos euros que hoy nos están cobrando en los cajeros. Tarea no le falta. Al seguir los argumentos en pro y en contra de la independencia, cuesta discernir cuál de los dos nacionalismos enfrentados está más equivocado: si ese independentismo mágico, que ignora las consecuencias económicas y cree que la ruptura con España arreglaría todos y cada uno de los problemas de los catalanes, hasta curaría el cáncer; o el españolismo apocalíptico, que pronostica las siete plagas bíblicas y el fin de la civilización en Catalunya, si la lista en la que Artur Mas va cuarto alcanza la mayoría. Es obvio algo: los divorcios nunca salen gratis, ni emocional ni económicamente. Pero se agradecería algo más de coherencia por parte del unionismo españolista que, por un lado, intenta convencer a los catalanes y, por el otro, les prohíbe que se vote. Si alguien quiere vender argumentos, tendrá que aceptar que el otro lado no los compre. Lo que no es serio es debatir y al mismo tiempo negar que exista ese debate… ¿Se puede salir a un balcón a proclamar la independencia unilateral de Catalunya sin apoyo internacional, sin herramientas coercitivas para que se ponga en práctica y –esto es lo peor– con una mayoría de los escaños pero no de los votos? Se puede, claro. Pero se corre el serio riesgo de hacer el mayor ridículo de la historia: que Catalunya se proclame independiente y al día siguiente no pase absolutamente nada. Otra cosa, claro está, es qué sucede en el peor de los escenarios para la unidad de España: que del 27S salga una indudable mayoría independentista en votos, además de en escaños. De ser así, no es realista pensar que se pueda mantener el Estado en su actual forma: sin una reforma en profundidad o una ruptura.
“En campaña electoral –comentó Lluís Foix en el artículo “Gags del Oeste en campaña” – se pierden el respeto y los protocolos. La política tiene la manga ancha y lo engulle todo. Incluso pisotea las hemerotecas, borrando con sus pezuñas hechos y manifestaciones que ahora serían insostenibles. Da igual. Muchas cosas se olvidan, se toleran o se deforman. Es la temporada más procaz de la política. El presidente de la Generalitat se convierte en gran jefe comanche de los sioux y simula a la casta de todos los grandes partidos madrileños con lenguaje de los indios de Hollywood dirigido a la reserva catalana, que responde a los grandes jefes de Madrid con un “gran corte de mangas, una gran botifarra”. Muy articulado no es. Supongo que este estilo cosecha votos o así lo piensan los que dirigen una campaña tan difícil de explicar a los embajadores afincados en Madrid que están de gira informativa en Barcelona y toman nota de cuantas mayores fuentes posibles para enviar informes a sus respectivos gobiernos. Pablo Iglesias respondió a Artur Mas en indio comanche. También soltó el otro día que los que viven en el área metropolitana de Barcelona son más catalanes que los que habitan en la ciudad. Pero qué majadería. Pedro Sánchez nos colocó el Senado en Barcelona en un arrebato maragallista que no se sabía bien a cuento de qué venía. Rajoy se ampara en su quietismo inalterable y lleva las leyes en los bolsillos para arrojarlas sobre Catalunya antes de intentar una aproximación suave, política, inteligente, para conseguir sentarse y hablar sobre el contencioso. Mariano Rajoy es una pared”… Pueden existir diferencias insalvables entre los políticos de aquí y de allí. Pero el conjunto de las sociedades catalana y española se toleran, discrepan, se entienden, negocian, y se comunican. Ya sabemos que la política se ocupa de las ideas, los intereses, las intenciones, los sueños, las desilusiones y de todas las cosas contingentes. Luego vendrá la historia que se ocupa de los hechos y de sus consecuencias. Ninguna acción política es inocua, tiene consecuencias y será debidamente registrada por los historiadores del futuro.
“Yo, que soy madrileño y del atleti –escribe Pachi Lanzas, periodista, en Twitter–, la verdad es que de lo de la independencia catalana me entero más bien poco, porque tampoco es que le ponga demasiado interés. Lo que sí pienso es que, pase lo que pase, yo con este pueblo [he decidido referirme a ellos como pueblo después de mucho meditarlo, creo que así no se me enfadarán los de un lado ni los del otro, aunque quizá lo hagan los dos, que eso es muy normal en estos casos. Repetiré mucho ese término, pero es en aras de la convivencia] no me metería. O sea, ¿de verdad queremos follones con este pueblo? Estamos hablando de un pueblo que para desayunar espachurra un tomate en una hogaza de pan. No te creas que lo cortan en rebanadas delicadas o que lo confitan a baja temperatura, no. Agarran el tomate y a restregar. Estamos hablando de un pueblo que pone un restaurante en el fin del mundo, en una cala perdida de la mano de dios, y lo petan. Y lo cierran y lo abren cuando les da la real gana. Y lo siguen petando. Estamos hablando de un pueblo que se caga en el belén. Así, como suena. ¿Que eres el hijo de dios? Pues ahí va mi truño. Estamos hablando de un pueblo en el que los niños le atizan con un palo a un tronco hasta que suelta todos los regalos. A lo delicado. Y, hablando de niños, de este pueblo tampoco te puedes escapar. Porque en cualquier otro caso, te subes a un sitio alto y se acabó el problema. Pero estos se ponen a trepar los unos por encima de los hombros de los otros hasta donde haya que llegar y arriba del todo te ponen a un niño que a saber lo que es capaz de hacer si tiene los arrestos para encaramarse ahí. Este pueblo no se va a rendir así como así. Que llevan más de ciento treinta años para construir una iglesia y todavía siguen dale que te dale. Qué quieren ustedes que les diga. Por mí, que se lo cocinen ellos con salsa de calçots, que genios de los fogones les sobran. Eso sí, las anchoas de L’escala, el cava y demás maravillas, que no nos las quiten.
PD: Dedicado con todo el cariño a mis amigos catalanes de un lado y del otroRecordamos estos fotomontajes. Los primeros, relacionados con la entrevista en Onda O con Rajoy. A continuación, ¿en qué se diferencia Arabia Saudí y Venezuela? Y terminamos con El estado español, según el PP. Y el Mar Mediterráneo avisa.
El humor de esta semana: Peridis, Forges, El Roto, J. R. Mora, Shaun. Pat, Fontdevila, Indígoras Pachi…
Desde Mallorca, el humor de Pep Roig: ¿Quien la hace mayor? Venta de humo, Somos novios (canción clásica), La gente como producto, El estómago es la esencia de patria y Saturación patriotística.
En la plaza Sant Jaume se vivó una guerra de banderas entre Alfred Bosch (ERC) y Alberto Fernández Díaz (PP) en pleno balcón del Ayuntamiento de Barcelona. Fue en la celebración de la festividad de la Mercè, en Barcelona, que coincidió con la campaña electoral del 27-S.
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha defendido en 'laSexta Noche' el proceso soberanista catalán que, espera, "podría producirse en dos años". "Nuestra voluntad es el mayor entendimiento posible con el Estado español", ha asegurado, pero cree que "debe ser respetada la voluntad de los catalanes si optan por la independencia". Junqueras ha señalado sus similitudes y sus diferencias con Artur Mas, y se ha mostrado confiado en que futura independencia ayude a mejorar la lucha contra la corrupción".
Albert Boadella: "En Cataluña no hay democracia".
Rajoy en Onda 0.